Los conquistadores del Pacífico (1963)

Vista ahora esta película, en pleno siglo XXI, resulta, por supuesto desfasada, pero también algo ridícula...aunque con un punto de simpatía dada la entrega de todo el elenco interpretativo y al buen hacer en algunos apartados técnicos como la estupenda fotografía de Alfonso Nieva.
Ocurre que la grandeza del descubrimiento del Pacífico (estaba requetedescubierta por los lugareños desde hacía mucho,mucho,tiempo...antes de que llegaran las huestes españolas) no está expuesta con esplendor, ni con la épica suficiente para resultarnos estremecedora, emocionante...minimamente histórica.
Y es que, en realidad, está concebida como un western, de serie C, por supuesto, con indios, no sioux ni apaches, pero sí de los territorios donde se desarrolla la acción, en el siglo XVI y, en vez de vaqueros, soldados y aventureros españoles que se adentraron en esas tierras en busca de oro principalmente, y de la gloria y riqueza que eso suponía.
En la película, sobre todo hay peleas entre los dos bandos, el indio (con el bueno de Álvaro de Luna, muy fortachón, como mano derecha de uno de los caciques (el bueno de Tito García) a los que se enfrenta el "héroe" Vasco Núñez de Balboa y sus compañeros), y los españoles, donde hay buenos y malos, como en todos los sitios, faltaría más.
Buen montaje a cargo de Antonio Gimeno.
Y el resto, el inventado amorío entre Vasco y la india Anayensi, que pasa de odiarle a amarle desesperadamente. En fin...
Menos mal que el último tercio, los últimos diez minutos están bien, grandes paisajes, duros, agrestes, para dar paso al descubrimiento del Pacífico (repito que estaba más que descubierto). Estas escenas sí que tienen algo de grandeza, finalizando, menos mal, mejor que como había empezado, que era a la manera de una vulgar película de aventuras con peleas de espadachines en una taberna (Vasco contra cinco o seis y les gana, faltaría más), con acción gratuita desenfada y poco o nulo rigor histórico.
Esto último es lo que más se echa de menos, un análisis real y pormenorizado de la vida de un gran hombre que ha pasado por méritos propios a la Historia. Aquí aparece como un valiente pero díscolo y bastante chuleta, hombre, digno y honesto pero, como él mismo manifiesta al sacerdote que les acompaña, en una buena escena donde el mediocre actor yanki que se vino a hacer "las américas" a Europa, recalando con relativo éxito en España, Frank Latimore, da el do de pecho resultando al menos digno, no se sabe si es un loco, un iluminado o un visionario.
En fin, una mediocre película, no histórica, sino de aventuras, un western (al no ser espagueti sería "chorizo western" enmascarado, hecho, así lo creo, con ganas de agradar, que no aburre, pero tampoco deja la menor huella y que el paso de los años ha menguado sus positivas cualidades, que las tiene.

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