Astral (2016)

Leo con preocupación las críticas más valoradas a 'Astral' en FilmAffinity. ¿Por qué? Primeramente porque suponemos que este es un rincón de crítica cinematográfica. E, incluso comprendiendo que detrás de cada crítica cinematográfica hay un gusto, una experiencia y una subjetividad muy sana, he leído muchas críticas que parecen redactadas desde el histerismo y que, más que estar enfocadas a analizar el documental, parecen estar empeñadas en criminalizar a los refugiados. Si se pudiesen denunciar críticas, tened por seguro que habría hecho click sobre algunas.

Centrándonos en lo que nos ocupa, el análisis de 'Astral' como pieza documental, diré que me parece correcta. El punto de partida es curioso, y ahí Évole y su equipo vieron la oportunidad: un empresario acostumbrado a ciertos lujos decide donar su yate con fines benéficos. Me gusta cómo está contada esta iniciativa y su desarrollo, sin renunciar a mostrar momentos de tensión entre los implicados y demás.
Una vez reformado y acondicionado, Astral navega por el Mediterráneo en busca de lanchas y pateras salidas desde la costa de Libia y aquí es donde encuentro algunos puntos flacos en el documental. Es cierto que hay algo que Évole y los suyos no han mostrado. Bajo mi punto de vista, un documental que trata un tema como el de Astral, no puede tener un happy ending. Porque incluso aunque un conjunto de personas consigan pisar Europa y consigan desarrollar aquí una vida digna, habrá muchas otras que no tengan esos casi 500 euros que piden los traficantes por obtener un minúsculo rincón en una de esas lanchas que, de no ser rescatadas, se perderían con casi toda probabilidad en el Mediterráneo. El caso es que Évole nos muestra unos rescates más o menos 'felices' y no qué sucede después de ellos. Vale, es cierto que en el propio documental, uno de los miembros de la ONG lanza esta reflexión: “Si me parase a pensar en qué va a ser de estas personas tras el rescate, no lo haría”. Soy consciente, también, de lo difícil que puede ser para un grupo de periodistas conseguir que las instituciones permitan grabar lo que ocurre, por ejemplo, en el interior de lugares como los CIEs. Pero para eso queremos buen periodismo, ¿no? Para que gente que llega al gran público, como Évole, pueda contar qué les pasa a los migrantes cuando pisan Europa o qué hacen los traficantes de personas en zonas como Libia y por qué se está permitiendo algo así. De todos modos, el hecho de que cacheen a los migrantes al trasladarlos del Astral a un barco más grande ya nos puede servir para hacernos una idea de cómo son tratados después.

Incluso con los puntos flacos que expliqué antes, a mí parece un trabajo bastante loable. A quien no le impacte ver a un bebé en el medio del mar con uno de esos chalecos o a quien no le impacte el discurso de un chaval que tan solo quiere dedicarse a hacer algo tan modesto como arreglar gafas en un país en el que pueda ser libre, tiene un problema. No es nada que no sepamos, no les tiene que hacer llorar, ¿pero en serio no le encuentran utilidad a visibilizar una problemática como esta?

También he leído llamar a Évole cómplice por subirse a un barco que contribuye a que cientos de personas arriesguen sus vidas lanzándose al Mediterráneo sin medios y con motores de dudosa fiabilidad. ¿Y qué quieren ustedes que hagamos? ¿Que dejemos que a estas personas las engulla el Mediterráneo? Así no habrá quien los imite, ¿verdad?

Mucho me temo que necesitamos cientos de documentales como este. Yo espero la segunda parte de 'Astral', para conocer lo que no se ha contado en esta entrega y poder darle algo más de un 7.

La dirección de fotografía muy notable, como siempre en Salvados.

Cuando un documental con una puntuación que roza el 7 tiene, entre sus primeras críticas más votadas, muestras de anti izquierdismo, anti comunismo (¿desde cuándo Évole o La Sexta son comunistas en vez de meros socialdemócratas?) xenofobia, racismo, paranoia y mal disimulado sectarismo reaccionario, es que Forocoches y FAES acaban de aterrizar entre espumarajos de rabia. Y se nota.

Muy recomendable documental a pesar del lobby neo fascista. Quizá más aún precisamente a causa de éste.