El turista accidental (1988)

En esta película hay una de las secuencias que más me ha impactado en el cine:
-Papá, estoy esperando a que vengas a recogerme.
-Pero hijo, pensaba que habías muerto...
La película despide amargura, dolor, nos lo muestra como es, profundo, sin necesidad de escenas escabrosas, ni histeria, ni locuras. Es una de esas películas que impactan acompañando al turista con sentimiento, y le conoces, le comprendes. Comprendes a su mujer, ella también tiene que superarlo pero si su marido no lo puede llevar de la misma manera tiene que aceptar que haya una separación. Comprendes a la familia.
¿Puede un hombre tan centrado ya en una línea fija, inmutable, encontrar una esperanza?
No una solución, por supuesto, pero una esperanza para poder ir por esa triste línea al menos acompañado.
Sí, se puede, siempre que esa persona sea diferente, impulsiva, desconcertante, y claro, sea de esas mujeres soñadoras que pueden enamorarse de un tipo triste.
¡Qué mundo tan raro!

Film de Lawrence Kasdan (Miami, 1949), que participa en el guión y la producción. Adapta al cine la novela “The Accidental Tourist” (1985), de Anne Tyler (Minneapolis, 1941). Se rueda en Baltimore, Towson, Londres y Paris. Nominada a 4 Oscar, gana uno (actriz reparto) y otros premios. Producido por Michael Grillo, Charles Okun y L. Kasdan para la Warner, se estrena el 23-XII-1988 (EEUU).

La acción principal tiene lugar en Baltimore, residencia de Anne Tyler, con desplazamientos a Paris y Londres, en torno a 1984/86, durante un año. Narra la historia de Macon Leary (Hurt), escritor de guías para personas que viajan por razones de trabajo. Desde hace años está casado con Sarah (Turner) y son padres de un niño (Ethan), fallecido recientemente, a los 12 años, víctima de un disparo accidental de arma de fuego en un atraco. El desagarro por la pérdida del hijo, se ve agravado cuando se rompe la pareja.

La historia se centra en la vida interior del protagonista, los problemas personales que le afectan, el progresivo desmoronamiento moral que padece, la apatía y la falta de capacidad de tomar decisiones que le caracterizan. Explora sus deseos de soledad, su insano aislamiento y las consecuencias de todo ello. Cuenta sólo con la compañía del perro Edward, la máquina de escribir, el trabajo y sus viajes. El drama de Macon suma a las causas externas o sobrevenidas la debilidad personal y la escasez de habilidades para afrontar el desánimo y el dolor. La irrupción en su mundo de nuevas oportunidades produce en su interior un impacto inesperado y no deseado, que da lugar a nuevos temores y mayores inseguridades. La opción que se le plantea es aceptar la desgracia, asumiendo que, pese a todo, su felicidad es todavía posible. Inseguro por naturaleza y poco dado a tomar decisiones, Macon se enfrenta a una situación que le supera y desborda.

La música, de John Williams ("Star Wars"), combina solos de piano de gran belleza con mezclas y acompañamientos electrónicos. La fotografía hace uso de un dibujo sobrio con predominio de las rectas; composiciones realzadas con juegos efectistas de luces, sombras, claroscuros y frecuentes iluminaciones posteriores; y un cromatismo moderado con predomionio de los marrores neutros. El guión cuenta una historia entretenida, con numerosas notas de humor (personajes singulares y situaciones extravagantes). La interpretación de Hurt es convincente y la de Davis obtiene un Oscar. La dirección explora el mundo interior de una persona desolada con aptitudes limitadas de reacción.