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Le Mans '66 (2019)

Le Mans '66
152 min.
7,1
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Sinopsis
Se centra en un excéntrico y decidido equipo americano de ingenieros y diseñadores, liderados por el visionario automovilístico Carroll Shelby (Damon) y su conductor británico Ken Miles (Bale). Henry Ford II y Lee Iacocca les dan la misión de construir desde cero un nuevo automóvil con el fin de derrocar el dominio de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Le Mans de 1966. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Acción Biográfico Coches/Automovilismo Amistad Años 60 Basado en hechos reales
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Ford v. Ferrari
Duración
152 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Estados Unidos-Francia;
Links
Premios
2019: 2 Premios Oscar: Mejor montaje y Montaje de sonido. 4 nominaciones
2019: Globos de Oro: Nominada a Mejor actor drama (Christian Bale)
2019: Premios BAFTA: Mejor montaje. 3 nominaciones
2019: National Board of Review (NBR): Top 10 películas del año
2019: Critics Choice Awards: 5 nominaciones, incluyendo Mejor película y fotografía
4
La realidad inventada
Este tipo de películas sobre temas tan minoritarios como el automovilismo, y más cuando se trata de una competición algo más desconocida (no es la más popular F-1) y ambientada hace décadas, pueden enfocarse de dos maneras:

- una es hacer una cinta que tome como trasfondo el automovilismo, pero buscando ante todo un entretenimiento, espectáculo sin más para los que son aficionados y para los que no (sobre todo para estos últimos, que son la mayoría). Aquí, cualquier parecido con la realidad, tanto en los personajes como en el desarrollo de las carreras, es pura coincidencia, ni se pretende. Ejemplos podrían ser "Días de trueno", o sobre todo la disparatada "Driven", con el inefable Stallone.

- la otra sería un tipo de película con rigor histórico y técnico, para reflejar de la forma más fiel posible cómo eran este tipo de carreras. Entonces el problema es que puede convertirse en un pseudo-documental que hará las delicias de frikazos de las competiciones del motor, pero resultará tediosa para el público general, que además no entenderá buena parte de los aspectos técnicos. En esta línea se encuentra la célebre cinta de "Las 24 Horas de Le Mans" de Steve McQueen, y la magnífica "Grand Prix" de John Frankenheimer. En cualquier caso el nicho de espectadores de estas dos claramente son aficionados al deporte del motor. Pero ambas tienen el gran acierto de entregar una recreación dramatizada. Es decir, una historia de ficción con personajes ficticios, aunque tomando como inspiración, respectivamente, una carrera (Le Mans 70) o campeonato real (el mundial de F-1 de 1965), y personajes reales. Se tomaba así la prudencia de no querer contarnos en ningún momento unos hechos reales al 100 %, algo que sí pretende hacer “Le Mans ‘66”, y es ahí donde naufraga estrepitosamente.

Una mezcla de ambos planteamientos se produjo, de forma muy acertada, en la estupenda “Rush” de Ron Howard. Pero si esto era lo que se pretendía en “Le Mans ‘66”, el resultado ha sido equivocado, porque al final es una película claramente orientada al espectáculo palomitero con el grave error, que a mi juicio condena la cinta, de querer, presuntamente, contarnos unos hechos y personajes reales. Y no lo hace, porque casi todos los aspectos técnicos, cronológicos, o deportivos que aparecen, están manipulados, o directamente inventados, falseados. Es decir, que el rigor histórico que se supone debe tener, no existe por ningún lado.

Director y guionistas juegan con la baza a favor que el 99,9 % de los espectadores de esta cinta no tendrán ni idea de cómo se desarrollaron realmente los hechos que ocupan la película, el célebre duelo entre el gigante norteamericano Ford y el prestigioso Ferrari a mediados de la década de 1960. Para situarnos, convendría saber que en aquella época, el campeonato del mundo de resistencia, con coches tipo GT y sport-prototipos, era una competición con tanto prestigio o más que el mundial de F-1, y la carrera reina era las 24 Horas de Le Mans.

Desconociendo esta historia, posiblemente la película incluso dejará un buen sabor de boca: escenas más o menos espectaculares de carreras, sonido atractivo, actores populares… incluso hay buenos y malos, épica, drama... Es decir, que la película cumple correctamente con el factor espectáculo. Y digo correctamente sin más, porque también en el apartado técnico esperaba “algo” más. No está mal resuelta, pero tampoco se hace gala de unos medios técnicos apabullantes. Incluso antes de verla pensaba que habrían utilizado de forma más amplia efectos digitales para recrear ciertos coches de carreras de la época, o diversas zonas del circuito de Le Mans, y luego no es así. De hecho, algunos aficionados echarán de menos un buen número de coches de la época que no aparecen, y peor aún, como varios otros son burdas recreaciones que ni siquiera se parecen a los originales. Resulta sorprendente como la película de McQueen, rodada en 1970, sí era capaz de mostrarnos algunas réplicas extraordinariamente fieles, y en cambio en esta, 49 años después, con unos medios técnicos infinitamente superiores, aparecen algunos coches totalmente falsos, inventados (pocos, cierto, y sólo al final, pero ahí está el dato). Además, algunas escenas en pista de Le Mans quedan desangeladas y se echa en falta algo más de “tráfico” en pista, público, etc.

En cuanto a los actores, pues Matt Damon está en su línea, como una paella sin sal, y el que más se esfuerza es Bale, que este sí es un actorazo, pero tampoco será su papel más recordado. Además, por desgracia, el penoso doblaje daña bastante el resultado final. Imagino que en V.O. ganará enteros.

Pero vamos al meollo de mi crítica: la historia y su rigor. El guión se basa en el libro de A. J. Baime “Go like hell”, pero mientras que este autor hacía en su obra una versión novelada manteniendo el rigor y con un buen trabajo de investigación, aquí los guionistas se han tomado todas las licencias habidas y por haber, y aunque evidentemente se toman como base unos hechos reales, el error imperdonable es que lo haga con falsedades y gazapos históricos de primer orden. El espectador “normal”, tan feliz, se irá a casa creyendo que ha visto una historia real, pero los cuatro frikazos que saben cómo fue esta historia en realidad (entre los que me incluyo), pues se van pensando que vaya invención peliculera; no se entiende por qué todo debe contarse con tantas mentiras.

En “Rush”, aunque los hechos se contaban de una forma que buscaba el espectáculo y llegar al gran público, se respetaban de forma fiel muchos aspectos deportivos, como resultados de carreras, los coches que aparecían, etc, algo entiendo que imprescindible en una historia real llevada a la pantalla, y que además hacía las delicias de los aficionados al motor. En cambio, en “Le Mans ‘66” no sucede lo mismo. En la zona de spoilers dejo unos cuantos ejemplos de ello.
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281 de 415 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cuando el motor ilusionaba...
Salgo del preestreno encantado. La actuación de Bale en sinergia con la de Damon ha sido soberbia.
Conocer una parte de la historia de uno de los mejores preparadores de coches de la historia, como fué Carroll Shelby, junto a la gran ayuda de Ken Milles, tanto al volante como en la parte mecánica, siempre es interesante, y más si lo adaptas a la gran pantalla con estos monstruos.

Desde Rush no salía tan satisfecho tras ver una película enfocada al mundo del motor, la pasión y el buen gusto se notan desde el primer fotograma.

La construcción del film sigue un patrón lógico. Nos ponemos en la piel desde el primer momento de dos grandes amigos, Carrol Shelby (prestigioso preparador de coches y piloto) y Ken Milles (una de los pilotos más legendarios de la historia de Le Mans y un impresionante gurú del motor). Interpretados por Christian Bale y MatT Damon, consiguen transmitir a la perfección la pasión por el motor y una amistad con altibajos en ciertos momentos.

La película, pese a centrarse mucho en la carrera, también se centra en el factor humano, en conocer y conectar con las personas que estuvieron detrás del volante y construyendo cada pieza.

El ritmo del film es sobervio, bajo mi punto de vista, no se hace lento en ningún momento. El director ha sido capaz de mantener mi interés a lo largo del largometraje y centrar mi antención en cada escena.

La adaptación al mundo de la época es también sobresaliente. Desde el primer fotograma viajas en el tiempo y te trasladas a los 60. La ropa, las cámaras, los coches, incluso la forma de comportarse de la gente, hacen que este apartado sea también creíble.

Por supuesto la parte que concierne al aspecto visual es impecable. Un orgasmo visual para disfrutar de coches clásicos como el legendario Ford GT que ganó Le Mans 4 veces seguidas, construido por Carrol Shelby y Ken Milles, o los Ferraris preciosos de la época, así como Porsches clásicos o Alpines entre otros.
El circuito de Le Mans ha sido perfectamente adaptado para simular al de la época, siendo de hecho prácticamente calcado al original, que combinado con el rugido de los motores, no defraudará a nadie.

Por supuesto no todo es bueno. El toque Hollywood es innegable, y esa falta de realismo en algunos momentos puede que no guste a todo el mundo.

Quitando este pequeño detalle, en definitiva Le Mans 66 se cuela en la lista de peliculones dentro del género del cine de Motor. Una película sobresaliente a modo "documental", donde podemos aprender de forma sobresaliente parte de la historia de Le Mans, disfrutar de sus coches y conocer a genios del motor como Carroll Shelby o Ken Milles, y ya de paso, conocer algo más de historia del clásico constructor, Ford.

Puede que no llegue a la altura del clásico de Steve McQueen en algunos aspectos, pero desde luego, está muy cerca de su grandeza. La mejor película del género desde Rush.

Una película recomendada para cinéfilos, pero sobretodo, para amantes de la conducción, para todos aquellos que sienten algo por el motor, y sobretodo el mundo del racing. En esta película volvemos a una época donde esta competición transmitía auténtica pasión, y nos da un soplo de aire fresco para olvidarnos de lo monótono y aburrido que se ha convertido la alta competición de motor en estos días...
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111 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
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