Menashe (2017)

Espiar en un mundo que me es desconocido. Ver personas, como tantas, pero envueltas en rutinas que son desconocidas para mí. No creo que sea justo hablar de un clima opresivo, porque lo sea para mí, pero para los protagonistas de la historia, quizás sea solo una forma de intentar negar la incertidumbre de la vida.

¿Cabe hablar de fanatismo? o ¿más politicamente correcto es denominarlo fe? Todo está reglado desde la vestimenta, los peinados, el lavado de las manos, vivir en pareja. Todo aparece como normal y lo supongo tal para ese mundo cerrado en sí mismo. Para un pueblo elegido, que sigue continuadamente eligiendo más de lo mismo ¿Para qué? ¿Se llegará así al sentido de la vida?

Si soñara ser un participante de esta manera de vivir, aun sin angustiarme, al despertar lo consideraría una pesadilla. Prefiero cierto grado de angustia por lo incierto de la vida, aunque también pudiera ser una ilusión creer que la libertad es posible para vivir como humano.

Creo vale la pena ver la película, si uno ya tiene preguntas, tendrá muchas más. Las aparentes respuestas en realidad son nuevas preguntas.

Es una película basada en la vida de un hombre que perteneciendo a una religión ortodoxa trata de vivir con dificultades a adaptarse a las reglas estrictas (demasiado) de la misma. Transcurre en un barrio jasídico de nueva york donde también nos sumerge en las características de mismo como así también a las costumbres de los habitantes del mismo. La historia si bien es modesta y no esta eclipsada por un drama extremo, llega a conmover por la angustia real y cotidiana de su protagonista.