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El garante (Miniserie de TV) (1997)

El garante (Miniserie de TV)
480 min.
7,3
172
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Sinopsis
Miniserie de TV (8 episodios). La historia trata sobre la relación que establecen un joven psicólogo (Sbaraglia) y el hombre que pretende cobrarle una deuda que dejó su abuelo al morir. Al parecer, el abuelo del psicólogo habría firmado un pacto con el diablo, pero murió sin entregar su alma. José Sagasti (Lito Cruz) es el encargado de saldar esa vieja deuda.(FILMAFFINITY)
Género
Serie de TV Thriller Fantástico Miniserie de TV Policíaco
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Argentina Argentina
Título original:
El garante
Duración
480 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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10
DE LO MEJOR QUE DIO LA TV ARGENTINA
Parece increíble que siendo que, por un lado, en la ficción cinematográfica y televisiva el Diablo por lo general no logra moverme un pelo, y por el otro que las producciones de mi país en general no son santos de mi devoción, esta miniserie me haya tenido en vilo de principio a fin e incluso logrado ponerme los pelos de punta en más de una ocasión, pero así es la vida. Puede que no sea tan raro: quizás el déficit local en los rubros "Maquillaje" y "Efectos especiales" haya forzado a suplir con ingenio esa carencia, redundando en que una simple producción para televisión consiguiera lo que no logran mil y una superproducciones hollywoodenses sobre el mismo tema.

EL GARANTE cuenta la historia de un joven y exitoso psicólogo, Martín Mondragón (Leonardo Sbaraglia) a quien un día lo visita un hombre, José Sagasti (Lito Cruz) para narrarle una historia increíble:su abuelo había hecho un pacto como Satanás, nombrándolo garante del mismo a él, a su nieto Martín. Ahora bien, el abuelo dejó incumplida su parte del contrato; por lo tanto, como en todo negocio que se precie de su legalidad, le toca a Martín, en su calidad de garante cargar la pesada herencia de pagar la deuda. Precisamente, Sagasti afirma venir de parte de Satanás a cobrar lo que corresponde: su alma. Caso de que no acceda, sufrirá el Infierno en la Tierra hasta que cambie de opinión

A Martín, Sagasti le interesa más como posible paciente que como cobrador del Malo. En otras palabras, no le cree ni media palabra; lo supone un chiflado y lo remite a un pisquiatra amigo suyo, Eduardo. Sagasti se retira dócilmente, va a ver a este psiquiatra... Y a raíz de lo que le cuenta Sagasti, el facultativo se suicida después de la entrevista.

Será apenas un estremecedor prólogo. Mal que le pese a Martín, Sagasti efectivamente viene de parte del Príncipe de las Tinieblas, y le hará la vida imposible, poniendo en niesgo a sus seres queridos, para forzarlo a firmar. La profesión del joven no lo ayudará precisamente a mantener la calma. Viniendo de parte de quien viene, Sagasti está demasiado bien informado de las debilidades y problemas mentales de cuanto ser humano se le cruce en su camino, y los manipulará para forzar al garante a cumplir con lo pactado con su abuelo.

Obra maestra del terror sicológico, EL GARANTE lleva varios años sin reponerse en la TV abierta, hecho ciertamente lamentable, sobre todo teniendo en cuenta la baja calidad de lo que se ve actualmente en los canales de aire. Las actuaciones no tienen desperdicio, y menos que ninguna la de Lito Cruz en el rol del siniestro Sagasti. Claro que asombra el mismo Sbaraglia, en quien nunca sería posible reconocer al otrora adolescente que solía protagonizar tiras televisivas ñoñas para públicos de edad y mentalidad acorde. Así que, quien tenga la oportunidad de verla, no se prive de hacerlo.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Mi serie favorita
Mítica. Única. Probablemente irrepetible. La noche del 13 de agosto de 1997, se estrenaba en la televisión argentina la mini serie El Garante, compuesta por un total de ocho capítulos, con el debut en la dirección de Sebastián Borensztein, uno de los hijos del inolvidable Tato Bores, que contó con las participaciones de Lito Cruz, Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler, entre otros. No es fácil asegurarlo, pero esta producción nacional, enmarcada dentro del género de suspenso, quizás marque un quiebre en lo que producciones argentinas refiera, ya que hablamos de un proyecto, por lo menos, arriesgado y pocas veces visto.

Los hermanos Slavich trabajaron en conjunto a Borensztein en el guión de esta historia que gira en torno a un joven psicólogo, Martín Rivera (Leonardo Sbaraglia) quién es citado a un bar por un extraño sujeto, un tal Jose Sagasti (llevado a cabo de manera magistral por Lito Cruz), que viene a reclamar el alma del mismo a cambio de una deuda impaga con el diablo, por parte del abuelo de Martín. Tras ignorar la petición, y catalogar al mencionado como loco, el suicidio de un cólega amigo, quién había recibido una visita previa de este lúgrube personaje, lo lleva a considerar el caso de otra manera.

Sagasti advierte que ante la negación del pedido, la cosa se le va a poner complicada al joven psicoanalista, quien en el transcurso de este unitario, capítulo a capítulo, va a pasar por una serie de instancias complejas y tenebrosas, que trastornarían a cualquiera. No obstante, esto logra reforzar el carácter de Martín, de forma progresiva, sobrellevando así la sucesión de accidentes, inconvenientes y hasta un viaje en el tiempo, por los que va a tener que pasar, para poder defender la posesión de su alma. Borensztein plantea, mediante el mito de la presencia del diablo (quizás influido por Fausto de Goethe), adónde puede llevar el egoísmo de las personas, las malas decisiones, y juega en todo momento, con la moral, usándola en lo posible para beneficiarse y atormentar a su víctimas, en especial a Martín, su deudor.

Gracias a una construcción de climas irreprochable, un guión muy trabajado, y un manejo de suspenso envidiable, sumando a que la información se va brindando en forma pausada, pero regular a medida que transcurre la serie, logra ser uno de los puntos altos que ha dado la industria fílmica argentina. Si además consideramos los mecanismos, interpretaciones, ambientaciones y el formato de la serie en si, la conclusión es que El Garante poco tiene que envidiarla a cualquier producción extranjera, sin dejar de lado que Lito Cruz en el papel de mensajero del Diablo es más creíble y da más miedo que cualquiera. El antecedente más próximo en la televisión argentina, se da en 1985, cuando se estrenó El Pulpo Negro, dirigida por Marta Reguera y la actuación del recordado Narciso Ibañez Menta.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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