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La mujer del ministro (1981)

La mujer del ministro
101 min.
4,9
439
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Sinopsis
La marquesa de Montenegro, mujer en decadencia física y económica, sigue conservando amigos influyentes, entre los que se encuentra el ministro Fernández Herrador. Cuando la mujer del ministro necesita un jardinero, la marquesa le recomienda a un joven que conoció en uno de sus escarceos amorosos en una playa de moda. Mientras, el ministro sufre un atentado terrorista del que sale ileso. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Política
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
La mujer del ministro
Duración
101 min.
Guion
Música
Fotografía
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6
Para que nunca olvidemos a "El Pirri"...
Qué daría yo por poder ver a “El Pirri” haciendo una crítica cinematográfica. O simplemente escucharlo decir que había ido “con su chirri” al cine y no se había enterado de la mitad. Con Tola, otro underground, lo hacían en “Querido Pirulí”, un programa de la Televisión Española de finales de los ochenta. Los que lo vieron recuerdan unas charlas antológicas desmenuzando con el más genuino lenguaje callejero las cintas escogidas. A mí, la verdad, es que me jode el hecho de que hoy en día se pueda encontrar cualquier vídeo del más patético de los frikis y que sin embargo una institución que pagamos todos no ponga al alcance del público estos documentos históricos. Desde aquí pido por clemencia que ESO salga a la luz.

Porque “El Pirri” no era un cualquiera. Ni tan siquiera un ídolo o alguien importante. “El Pirri” era algo más. Yo he conocido gente de mi edad que quedándole este tipo casi un par de décadas atrás me han contestado: “yo soy de ahí, de donde “El Pirri”, de San Blas”. Esto solo me ha pasado con Silvio, el rockero, cuyas andanzas se siguen recordando como si fueran hoy por la calles de Triana. Gente grande, carismática y con una manera de hacer y decir las cosas que transciende. Pero no transciende en lo profundo, no. Lo hace por las formas, las maneras, el acento, el tono de voz. Nadie, absolutamente nadie, dirá como “El Pirri” aquello de: “coño, el hijo del picoleto”; o como aquí en “La Mujer del Ministro” eso de: “por qué no me dejas dos napos pa´ pillar dos talegos de choco ”. Genuino, auténtico, vallecano. Kinki. Eso es: Kinki.

“Navajeros”, “El Pico II”, “La Estanquera de Vallecas” o esta “La Mujer del Ministro”. Apariciones breves y escasas, pero inolvidables. Auténticas degustaciones para dar vida a la flora y fauna de la España urbana de los ochenta y que tiene en los dos José Luis, en los dos amigos (Manzano y “El Pirri”), a sus máximos exponentes. Y sí, lo voy a hacer. Voy a compararlo. Primero porque soy admirador de los italianos y segundo porque es justo y necesario para poner al cine kinki donde corresponde: igual que hicieran Rossellini y de Sica con su Neorrealismo escogiendo como actores a los protagonistas reales que sufrían la posguerra mundial, de la Iglesia inventó y descubrió a estos chavales que, salidos de los más marginales y asquerosos barrios patrios, se convirtieron en mitos del único cine que es nuestro al cien por cien. Y eso, créanme, además de ser un mérito, es un orgullo, coño.

PD – para Daniel, Pas o Sines, gente que como yo, nunca olvidarán a estos chavales.
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42 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Tutti-frutti de difícil digestión
El cartel oficial de la peli resumía visualmente el acojonante tutti-frutti fílmico-conceptual que parió De la Iglesia en este film que es de los más flojos (técnicamente hablando, no así a nivel de diversión) que le he visto: bollería fina, tres cádavares encima metidos con calzador y de fondo el hemiciclo del Congreso. Casi na. Aún así De la Iglesia tiene la virtud de entretenerme una vez más, como en casi todas sus películas.

La peli tiene un montón de defectos, empezando por las interpretaciones. El protagonista es un desconocido Manuel Torres con pinta de ser otro "actor-no-profesional" tan del gusto de De la Iglesia. Amparo Muñoz era tan bella como mala actriz. Y era bellísima. Simón Andreu da el pego haciendo de ministro corrupto, pero su papel no le ayuda demasiado. Hay muchas escenas con pinta de no haberse ensayado (marca de la casa), planos metafóricos de un burdo que echa para atrás y que provocan carcajadas. La sensación de cutrez, siempre presente en los trabajos de De la Iglesia, es más evidente que nunca. Pese a todo esto, la historia tiene mucho ritmo, pasan cosas constantemente (y a cual más disparatada), la banda sonora de Manzanita, EL PIRRI (que jamás decepciona), que cuenta con un breve pero estelar papel (además de soltar las mejores linea de diálogo: "Éhta va de torti, pero seguro que se las traga dobladas"), la ineludible escena gore de machetazo desde el punto de vista de la víctima, y el batiburrillo argumental (corrupción política y policial, sexo adúltero, bollería, terroristas, lumpen, "costo guapísimo", agencias de inteligencia españolas...) se sostiene con pinzas pero le doy el aprobado alto tirando a notable porque me ha tenido atrapado los 100 minutos que dura. Y el cine de DLI es cojonudo, qué coño. EN-TER-TAIN-MENT.
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31 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
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