Sin retorno (2002)

El argumento es fatalista, de mala suerte mezclada con drama, con una dirección que deja bastante que desear. Los actores, empezando por el propio Jesús Nebot, durante gran parte del desarrollo no son creibles, se les nota demasiado que están actuando. Mención aparte es la niña Cristina (Chelsea Rendon en la realidad), ella sí ilumina toda la película y de hecho es fundamentalmente ella la que la salva con su encanto, su gracia y su naturalidad infantil.

Además el film tiene fallos llamativos, no sé si de montaje, de traducción o de qué, pero hay una escena en la cual la periodista le enseña al fugitivo un periódico donde aparece una foto de primer plano de él con su hija buscados por la policía, y al momento siguiente en otra escena en la comisaría de policía, los detectives encargados del caso comentan que se está perfilando el retrato robot del hombre huído para su distribución y tratar de hallar así su identidad verdadera y localización. Entonces, en qué quedamos, si la prensa ya ha lanzado su retrato real, o sea que sabe la identidad de este hombre que atropelló a una niña, la mató y está huido, ¿cómo minutos después sale la policía diciendo que están buscándolo aún por medio de un retrato robot, lo cual sólo se hace cuando no se conoce la identidad ni el rostro real de la persona buscada?

En definitiva, el argumento merecía un mejor trabajo y resultado cinematográfico. Pero aunque sólo sea por ver actuar a la niña Chesea Rendon, ya merece la pena contemplar esta interesante película.

Fej Delvahe

Se trata de una película obviamente modesta, con una dirección y unas interpretaciones que parecen poco más que de aficionados (si además se ve en versión española, el doblaje es muy pobre; a veces se exagera la fonética centroamericana de los personajes, y en otros momentos parecen españoles), pero en general resulta agradable de ver y ocasionalmente consigue alcanzar el dramatismo que busca. No puede evitar cierto aire de telefilme de sobremesa, sobre todo en las escenas en que aparece la familia norteamericana que ha sufrido la tragedia; en otros momentos se acerca al documental. Sus mayores lastres son los giros poco creíbles en el guión (se echa mano en demasiadas ocasiones de la sempiterna ineptitud de la policía) y el diseño un tanto maniqueo de algunos personajes, como la detective que lleva el caso.