Jack el negro (1950)

Vi hace cierto tiempo esta tan curiosa como desconocida coproducción franco-hispano-estadounidense, protagonizada nada más y nada menos que por George Sanders, y realizada en una época en que dicho sistema para sacar adelante películas no era aún en nuestro país tan frecuente.

Rodada casi íntegramente en Mallorca, parece que fue un gran fracaso económico y de taquilla y que apenas tuvo distribución, pero lo cierto es que cuando la descubrí una madrugada en internet hace años, ya digo, me causó bastante buena impresión por su aspecto visual. Y aunque la trama de un contrabandandista norteamericano en la Bahía de Palma en los tiempos actuales es algo disparatada, se me apareció como un auténtico tesoro escondido

Tan es así que incluso me recordó por sus imágenes en determinados momentos y situaciones a grandes clásicos de esa misma época, como El Tercer Hombre (Carol Reed, 1949), "La Dama de Shangai" ( Orson Welles, 1947), "La burla del Diablo (John Huston, 1953) o "Mr Arkadin" (Orson Welles, 1955), aunque "Black Jack/Jack el Negro" sea muy inferior y en conjunto se encuentre a distancia sideral de aquellas.

Películas todas aquellas otras, como esta, a caballo entre géneros, entre la aventura, el 'noir' y el romance. Y con argumentos no demasiado diferentes del de ésta, con el que tienen puntos en común. Películas también si uno se fija, bastante soleadas y de planos abiertos, y en las que la luz es a veces casi un actor más. Y a las que, digo yo que será por eso, al ser la Bahía de Palma uno de los protagonistas, la que nos ocupa me recordó.

Películas todas ellas en las que, si no estoy equivocado, siempre hay exteriores, aunque en unas más y en otras menos, pero que no se rodaron solo en estudio. Y casi siempre con grandes repartos internacionales, aunque entonces aún no se hablaba de aquello que luego se llamó, en referencia a los repartos de pelis como las de la serie de Hércules Poirot, "el europudding".

Y películas también casi todas, creo, con rodajes difíciles y a veces distribuciónes difíciles, otra característica común a esta, en la que, según se cuenta, el equipo técnico y artístico salía cada mañana en un crucero del club náutico de Palma sin que ni Julian Duduvier ni nuestro gran José Antonio Nieves Conde tuvieran mucha idea de dónde iban a rodar, lo que fue retrasando plazos mucho más allá de lo que se había pactado y provocó que George Sanders se rebotara y se largara a Barcelona clamando que él ya había cumplido contrato. Hubo que enviar una pequeña embajada a convencerlo para que volviera.

Lo cierto es que, sea por estos incidentes o porque no creyó nunca en un papel para el que seguramente no era el más adecuado, Sanders no está demasiado fino en su interpretación y se le ve algo despistado. Al margen de que debía estar tan aburrido que, según es visible en pantalla, a lo largo del rodaje engordó varios kilos. Pero el reparto del filme, una de sus grandes bazas, no es interesante solo por Sanders, sino por la presencia de otras leyendas de Hollywwod como Herbert Marshall o Agnes Moorehead, la británica Patricia Roc, el francés Marcel Dalio (el 'croupier' de "Casablanca") o nuestros Rafael Bardem y José Nieto (!!!), este último entonces en la cima de su carrera como galán.

Eso sí, la trama en la que un contrabandista de buen corazón y que acoge refugiados trata de huir de la policía española, teniendo en cuenta las circunstancias de nuestro país cuando se rodó, en plena posguerra española y mundial, y cuando el régimen franquista, tras su pasado pronazi, trataba de girar hacia los aliados para poder ser tolerado en el concierto internacional, podría dar lugar a una tesis doctoral.

Y, la verdad, los personajes no son del todo creíbles. Ni lo que ocurre, pese a ser una peli muy curiosa y que a ratos transmite emoción, termina de despuntar. Sucede como en tantas otras coproducciones en las que pareciera que hay varias partes superpuestas y pegadas, de modo que el conjunto no termina de funcionar bien O al menos eso me pareció cuando lo vi.

Eso sí, solo por algunos detalles concretos, me parece que merece la pena acercarse a esta peli:

1. Ver a José Nieto diciéndole a Agnes Moorehead que es "tan hermosa como una fruta en temporada" (sic), mientras ambos toman el sol en unas tumbonas, es especialmente impagable y divertido

2. Lo bien que se aprovecha, aunque sea en en blanco y negro, el litoral mallorquín.

3. La presencia, aunque sea algo tópica, de los molinos de viento, que no sé por qué me recordaron a Orson Welles. Igual que todo lo que ocurre en una secuencia en una cueva en la que la cámara se mueve creando encuadres muy bellos

4. Ciertos destellos de magia en las interpretaciones de Sanders, Moorehead y Roc.

5. La secuencia musical (filmada magistralmente) con Lola Flores y Manolo Caracol marcándose unos 'flamenco sketches' en lo más alto de su arte. Además de un documento de primer orden, es algo que como español te hace sentir orgullo. Olé.

"Black Jack" es una extraña coproducción franco-hispano-estadounidense rodada en la isla de Mallorca, principalmente, y en Tánger. La dirección corre a cargo del ya por entonces reputado director francés Julien Duvivier y del español José Antonio Nieves Conde. En 1951 no era nada frecuente que una productora estadounidense se aliara con capital español y francés para rodar una película en el Mediterráneo bajo la dirección de Julien Duvivier que, además, es coproductor y coguionista y con un reparto internacional. Sólo por este hecho, el film ya tiene un cierto interés.

La historia tiene un punto de partida de lo más sugerente. Poco después de la II Guerra Mundial, un narcotraficante de escasa moralidad desembarca en Mallorca para ofrecer a otro traficante estadounidense sin escrúpulos, propietario de un yate, el rescate de algunos de los pasajeros refugiados que lleva en su barco mercante y que están dispuestos a pagar por poder desembarcar en Tánger. El norteamericano acepta el trato sin saber las consecuencias que ello traerá y que pondrán a prueba todo su cinismo y su catadura moral cuando, además, se vea involucrada una mujer hacia la que se sentirá atraído.

Por desgracia, tan interesante comienzo se va deslavazando a medida que la película avanza debido, principalmente, a un guión confuso y a unos personajes poco o mal definidos. Tiene, eso sí, algunas escenas notables que demuestran el innegable talento de Duvivier como director elegante pero, en el conjunto, quedan diluidas en una trama demasiado enrevesada que no termina de funcionar. Ni siquiera el reputado elenco formado por George Sanders, Herbert Marshall, Patricia Roc y Agnes Moorehead consigue brillar en esta historia de identidades ocultas, contrabando y policías a lo largo de la costa española. (FILMAFFINITY)