El misterio de una desconocida (1949)

Ágil y despierto, como es él, Alan Ladd nos demuestra que existen dos tipos de sabuesos: los polis y los periodistas a la caza de la noticia. Alan Ladd, aquí es un periodista y encuentra una mujer muerta; el desolador ambiente que la rodea le hace indagar en su vida, y aunque le haya parecido hermosa, son los líos en los que se va a ver envuelto lo que le hace insistir en la investigación con todo su empeño.

El misterio no se desarrolla en flashbacks continuos, si no que aprovecha el relato del personaje de turno para ir la película por su cuenta, aunque da la impresión que se muestran tramos que el que habla no podía saber.

La muerte de esa joven ha desatado una reacción en cadena y a Alan Ladd se ha metido en medio.

No hay respiro. Y hay misterio.

Cine negro de intriga, más bien poco conocido entre los amantes del asunto, protagonizado por un clásico del género, Alan Ladd, y con la participación de Donna Reed. Ladd encarna a un periodista que indaga sobre la muerte de una joven, Rosita, aunque en este caso el misterio no es su muerte, sino lo que rodeó a su vida. Pesquisa a pesquisa, hay que reconocer que en este entramado aparece más gente que en la guerra y que la cosa se complica sobremanera, máxime cuando hay algún personaje clave que incluso ni siquiera aparece en pantalla. Por suerte, de vez en cuando se hace algún resumen y al final consigues enterarte de toda la movida, pese a que es complicadilla.

La peli la dirige Lewis Allen, que también trabajó con Ladd en "Reto a la muerte". Es una película bastante interesante, con bastantes diálogos rápidos y punzantes al más puro estilo cine negro y con momentos brillantes. La debilidad principal quizá está en que hay demasiados personajes y la historia va como dando tumbos de un lado a otro, lo que puede despistar y distraer bastante. Pero merece mucho la pena darle una revisada.