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El taller de escritura (2017)

El taller de escritura
108 min.
6,0
950
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Sinopsis
La Ciotat, sur de Francia. Antoine acude a un taller de escritura en el que un grupo de jóvenes ha sido seleccionado para escribir un thriller policiaco con la ayuda de Olivia, una famosa novelista de Paris. El proceso creativo hace hincapié en el pasado industrial del pueblo, un tipo de nostalgia que deja indiferente a Antoine. Más preocupado por los temores del mundo moderno, el joven pronto chocará con el grupo y con Olivia. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Thriller Literatura
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
L'Atelier (The Workshop)
Duración
108 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2017: Festival de Cannes: Un Certain Regard (Sección oficial)
2017: Festival de Sevilla: Sección Oficial
2017: Premios César: Nominada a Mejor actriz (Marina Foïs)
7
Crítica de El taller de escritura por Cinemagavia
Puntuación: 6,5

Lejos queda la escena de una de las primeras películas en la historia del cine, “Llegada del tren a la estación de La Ciotat” (Auguste y Louis Lumière, 1895), y el lugar del cine más antiguo del mundo, L’Eden (construido en 1889). Ahora La Ciotat es una pequeña ciudad cerca de Marsella con una economía relevante. Sin embargo, ahora en horas bajas debido al estancamiento de sus dos pilares económicos: el puerto y la industria alrededor de él. El marco de El Taller de Escritura es una zona con un pasado glorioso y un futuro bastante incierto.

La estructura de El Taller de Escritura es muy similar a la excelente “La Clase” (2008) premiada con la Palma de Oro en Cannes, donde los estudiantes debaten y se enfrentan en clase con los profesores sobre diferentes temas de actualidad a través de estimulantes batallas verbales. Ahora Laurent Cantet cambia la clase por un taller de escritura en la que siete jóvenes en paro, de orígenes, razas, formación, religiones y niveles sociales diferentes, mas o menos motivados, son seleccionados para realizar una novela colectiva, en cuyo proceso, destacan sus diferencias, prejuicios, personalidades y talentos.

Al frente del taller está una reconocida escritora, Olivia (Marina Foïs, el único actor profesional en la película). Un taller de escritura en el campo con siete jóvenes trabajando a nivel colectivo y visual para escribir una historia policíaca, donde rápidamente se dan cuenta que la política es imposible de separar de la ficción. Una mujer en medio de un escenario perfecto para la discusión de cuestiones primordiales en la corriente coyuntura de la Unión Europea, con atentados terroristas de origen islámico, grandes diferencias culturales y religiosas, el aumento de la inmigración, la crisis económica y la falta de oportunidades.

En un principio todos pueden ponerse de acuerdo sobre un cadáver como el punto de partida de la novela, sin embargo a medida que los aspirantes a escritores penetran en la historia policial todo se vuelve más intrincado, confuso y enredado condicionado por el punto de vista político de cada uno de ellos. ¿El asesinato puede tener una motivación racial o podría estar relacionado con la radicalización islamista?, y si el cadáver se encuentra en la zona portuaria, se debería mencionar el pasado industrial de la zona, la gran huelga de astilleros de 1989, o no haría falta?

Como es fácil de imaginar, los jóvenes de origen árabe tienen una opinión diferente a la hora de enfocar la historia con respecto al grupo entusiasta y admirador de la heroicidad del ejército francés representado por Antoine (Matthieu Lucci). Las ideas despiertan discusiones acaloradas dentro del grupo, revelando las actitudes de cada uno de ellos hacía la política, la ideología, el origen étnico, la economía y las artes.

La mayoría de las disputas tienen un desencadenante, Antoine, simpatizante de un partido político local de derecha. Se trata de un joven francés de origen europeo de la clase media blanca, que se lamenta de la desesperanza de su ciudad, humilde y de actitudes contradictorias: cariñoso con el hijo de su primo, potencial escritor, pero con tendencias nacionalistas, conservadoras, narcisistas y violentas.

El conflicto principal de El Taller de Escritura tiene lugar entre Olivia y Antoine, entre dos conceptos de violencia: uno busca soluciones a los problemas creativos, el otro quiere resolver los abusos individuales y sociales.

Hay que reconocer un gran mérito a Laurent Cantet junto a su coguionista Robin Campillo y a sus jóvenes actores no profesionales, porque este choque dialéctico desarrollado en el microcosmos de un taller de escritura, con discursos dispersos que representan las diferentes realidades existentes en la sociedad actual francesa, aunque aparecen claramente demasiado estructurados, nunca se sienten planos o calculados, mas bien naturales y llenos de espontaneidad.

El Taller de Escritura desde un principio, gracias a la soberbia interpretación de sus actores va conquistando poco a poco al espectador, mostrando que el diálogo puede ser una herramienta tan peligrosa como cualquier otra, y que para herir basta con apenas usarla. Ellos muestran como dentro de un pequeño grupo, la diversidad de ideas y las discrepancias pueden tomar un tono tan elevado y crear situaciones tan tensas como en los grupos extremistas que abiertamente condenan.

Otro interesante punto que queda reflejado en El Taller de Escritura, es la facilidad con que esas ideas pueden llegar al plano real y convertirse en acciones.

El guión es cautivador en la primera mitad de la película, pero pierde completamente su fuerza en la segunda parte, cuando Olivia se interesa por Antoine, tal vez incluso por haber percibido en él talentos que ella misma cree que carece, o incomprensiblemente por el intento de Laurent Cantet de insinuar cierta tensión sexual entre los dos, pero nunca se siente creíble. Quizás, el director en su idea de jugar con los elementos propios del suspense, que Olivia disecciona en su clase durante la primera mitad de la película, pretenda llevar la narrativa novelesca a la vida real. De ser así, tampoco termina de funcionar

La primera parte de El Taller de Escritura con su rico y sustancioso discurso político y el debate sobre la idea de identidad, es lo más atrayente de la película.

https://cinemagavia.es/el-taller-de-escritura-pelicula-critica/
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
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La premisa de El taller de escritura no es nada novedosa: el arte como herramienta de reinserción. Un grupo de jóvenes de carácter problemático recibe el encargo de redactar una novela bajo el asesoramiento de Olivia Dejazet (Marina Foïs), distinguida escritora de bestsellers. La historia debe cumplir dos condiciones: situarse en La Ciotat (donde transcurre la acción de la película) y ser un thriller (terreno sobre el que la escritora ha forjado su carrera). Hasta aquí, nada sorprendente. Sin embargo, lo que hace especialmente interesante el trabajo de Cantet es su interés en ir mucho más allá del titular. Su intención es desvelar los aspectos de este tipo de iniciativas que a menudo quedan eclipsados por su carácter exótico. Por ejemplo, su condición exhibicionista. Igual que en la iniciativa radiofónica que José Luís Berlanga planteaba en su excelente Placido, el taller de de la película que nos ocupa se rige menos por intenciones altruistas que por la necesidad de un lavado de conciencia social. Ello puede apreciarse, por ejemplo, en las dos condiciones a las que, como dijimos, debe corresponder el grupo de adolescentes: en la primera, puede intuirse una clara intención publicitaria de la vila, y en la segunda, una inequívoca voluntad de conseguir, antes que un producto interesante, un super-ventas.

Este carácter ostentoso queda también plasmado en la entrevista televisiva de Dejazet, momento en que la escritora exhibe a sus jóvenes aprendices como si fueran pequeñas desviaciones en proceso de re-orientación. De hecho, la actitud paternalista de Dejazet está ligada a otro de los aspectos que Cantet pretende desentrañar. La escritora se ve a si misma (seguramente, sin darse cuenta) como el ejemplo de “persona realizada”, como alguien que ha llegado al final de un “trayecto universal”. Un trayecto de rumbo preestablecido del que algunos, caso de los adolescentes de su taller, corren el riesgo de apartarse. De hecho, ella los ve como un objeto a analizar, ya sea con la intención de re-dirigirlos o de documentarse para su próxima novela. De ahí que Laurent Cantet centre la tesis de su trabajo en un inesperado acercamiento entre la escritora y Antoine, un adolescente que, de algún modo, representa la máxima expresión del joven descarrilado. Es a partir de entonces cuando descubrimos a los auténticos personajes. Allí empieza a palparse, por ejemplo, la vacuidad de la obra de Olivia frente al brutal contacto con la realidad de Antoine. En una secuencia, este acusa a la primera de reduccionista, comentario al que ella responde expulsándolo de clase. Más tarde, Laurent Cantet nos demostrará que Antoine entiende mucho mejor a los personajes de Olivia que la propia escritora.

Pero no es solo una cuestión de contenido. De hecho, en lo que respecta a las formas, da la sensación de que todo el tercer acto camina delicadamente por la cuerda floja. Un solo paso en falso podría convertir en ridículo el producto entero. Pero Cantet, cuyo pulso parece a prueba de balas, dirige elegantemente la película por un hipnótico laberinto reflexivo, esquivando todos los tópicos previsibles y haciendo que su trabajo sea cada vez más interesante. Todo resulta natural y absolutamente creíble. Además, es poco habitual que reflexiones tan profundas logren un acabado tan ligero. Gracias a estas formas contenidas, Cantet y Campillo (responsables del guión) pueden permitirse un giro de tortilla descaradamente ambicioso: contrariamente a lo que se nos ha dicho, no es la literatura la que reorienta a los sectores sociales “desviados”, sino que son estos últimos los que corrigen las carencias de la literatura. Porqué tal vez el arte sea una interpretación de la realidad con un fuerte potencial de mediador entre culturas y clases, pero la realidad sigue estando en las calles, generalmente en las menos frecuentadas por los artistas.
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9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
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