Blood Room (2016)

'Blood Room', segundo largo de Chico Morera, es una película que juguetea con los géneros. Pertenece al fantástico, es una comedia muy negra, y añade también unos toques de gore light y thriller.

A favor: para ser una película de casi hora y media que está ambientada en prácticamente un sólo escenario (una habitación de motel de carretera), no se antoja aburrida ni claustrofóbica; a pesar de ser una producción low cost, aprovecha al máximo cada euro invertido, y hace lucir el conjunto (estética y ambientación) como un producto superior; se percibe un mimo en los pequeños detalles que es de agradecer; dosifica y alterna muy bien el baile entre géneros, viajando de la comedia negra al gore light en dos frases; para los amantes de la estética de cine de los 80/90 es un regalo, y Chico Morera no defrauda, homenajeando a toda una época de videoclub, cintas VHS, y producciones de serie B trasnochadas; en el apartado artístico destacan unos actores que, más allá del trío principal, cada uno de ellos cumple a la perfección con su papel: véase el amigo gracioso, la pobre chica traumatizada, el matón machaca estilo Terminator, las sexys chicas malas, o la camarera que aconseja al protagonista...; en el apartado técnico luce un sonido claro que ya quisieran algunas producciones mucho más caras hechas aquí; los escasos dos o tres temas musicales que se repiten durante la película están muy bien integrados justo donde hacen falta; en cuanto a maquillaje y caracterización, la estética años 50 está 'clavada', y las prótesis están muy logradas.

En contra: A pesar de resultar amena la localización principal, también acaba siendo su talón de Aquiles, puesto que algunas escenas se antojan largas, lentas, y a veces quisieras salir al exterior para ver qué sucede con los demás personajes; echas en falta averiguar más cosas sobre los personajes secundarios, sobretodo del grupo de villanos, como por ejemplo saber de dónde vienen sus curiosos apodos, o conocer cómo y por qué sabe tantas cosas la anciana y sabia camarera; algunas escenas de acción se antojan atropelladas en la edición, deseando en esas ocasiones que el plano fuera más abierto, o durase más; la única pega en el apartado maquillaje y caracterización es que el filtro cálido le hace un flaco favor a la sangre que vemos en pantalla, lo que causa que no se aprecie lo suficiente teniendo en cuenta que el título del film es 'Blood Room'. Me esperaba más 'Blood'.

Valoración: 7 de 10.

El segundo largometraje del director novel Chico Morera es una película con un ambiente ochentero y con un gore hecho con "cariño". El apartado técnico no se queda en un plano-contraplano, hay planos generales que son obras de arte y transmiten perfectamente el rumbo de la trama. La relación de los personajes principales es agresiva y entrañable, con una fantástica Sara G., un desquiciado Adrià Mondaray y un loco Tony Corvillo; y una mención a Edu Escudé, el cual sorprende gratamente.

En definitiva, una película para los que aman abstraerse de la realidad y vivir una aventura. Puntuación 7/10