La Salada (2014)

Tres historias con poca conexión y un guion perdido en sí mismo que sólo logra la risa cuando no lo intenta son la basa de 'La Salada', nacida gracias al premio Cine en Construcción del Festival de San Sebastián... Visto lo visto, deberían habérselo gastado en otra cosa.

Los diálogos no llegan a ninguna parte pese a que las interpretaciones son aceptables y la producción cuidada. Sencillamente, parece que el director no conozca del todo a sus personajes, los cuales actúan a menudo sin lógica alguna. Pese a todo, es una aceptable ópera prima con alguna escena destacable perdida en un mar de irreverencia. Quizá la premisa inicial generaba unas expectativas que la película no consigue cumplir, siendo tan sólo notable el hecho de tratarse de un primer trabajo.

Juan Roures # La estación del fotograma perdido

Melancólico, naif y sensible drama social argentino, con toques de comedia, que bucea con naturalidad entre inmigrantes y feriantes hundidos en un submundo dominado por la explotación laboral, las soledades, las distancias y entrecruzamientos cargados de esperanzas.
El director y guionista Juan Martín Hsu debuta con este largometraje cuidadoso, repleto de detalles tan comunes como conmovedores, que tiene grandes logros en la fotografía de exteriores y que se apoya en un elenco tan desconocido como sólido. Capta con extrema sensibilidad la inmigración, esquivando la faceta de la denuncia, permitiendo sentirse un observador en primera persona.
La historia se mete en las vidas de tres jóvenes inmigrantes en Buenos Aires, que trabajan en la gigante feria comercial conocida como La Salada: el taiwanés Huang (Ignacio Huang), la coreana Yunjin Kim (Yun Seon Kim) y el boliviano Bruno (Limbert Ticona).
Huang es un muchacho retraído que se dedica a vender películas truchas que el mismo graba, es amante del cine argentino, sufre de insomnio y cada vez que habla con mamá por teléfono le pregunta si ya consiguió novia; quizás por eso se lance sin muchas herramientas a la conquista de la chica de seguridad que recorre los puestos.
Yunjin es una jovencita soltera que trabaja con su padre en los puestos de ropa trucha que tienen en la feria, hace de traductora y está a punto de casarse con su novio perteneciente a otra familia bien acomodada económicamente; pero se le revuela el avispero cuando aparece en su vida el argentino recaudador.
Bruno apenas tiene 17 años y acaba de llegar de Bolivia con su tío en busca de un trabajo y un futuro mejor, pero nada sale como piensan y terminan trabajando en como mozo y cocinero de un bar coreano hasta que el jefe Kim se lo lleva a preparar el nuevo puesto en la feria.
Con un paso sin premios por el Festival de San Sebastián, la prometedora ópera prima de Juan Martín Hsu refleja con firmeza y precisión esas vidas paralelas, repletas de ausencias y necesidades, que se entrecruzan y disparan hacia horizontes solitarios. Uno de sus mayores méritos es la sencillez con que descifra esas existencias y las expone en un ámbito de hostilidades y los mandatos, tanto familiares como culturales.

Calificación Fanaseriecine: 7 ½ sobre 10