Un mes en el lago (1994)

En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, una solterona inglesa (Vanessa Redgrave) y un gentleman madurito y algo mujeriego (Edward Fox) se conocen en una villa italiana a orillas del lago Como. Su incipiente relación se verá interrumpida por la llegada de una joven norteamericana (Uma Thurman).
John Irvin lleva a la pantalla la novela homónima de H. E. Bates siguiendo la línea del cine de James Ivory, aunque con un enfoque más distendido. Su cálida puesta en escena acoge a unos personajes movidos por la pasión y los celos. Durante todo el metraje, la amenaza del conflicto bélico planea sobre tan idílica historia de amor.



“Esta historia comienza en el lago Como hace muchos años, durante aquel fantástico verano antes de la guerra.”

Aceptable comedia romántica entre maduritos que se ve con simpatía.
Reconozco que para el gusto actual, puede parecer lenta. Pero si te acostumbras a su ritmo tranquilo, la vas a disfrutar por su optimismo sereno.

Brillante actuación de la pareja protagonista. Especialmente, Redgrave; lo hace muy bien.

Los personajes son tópicos ya vistos pero con la energía que les dan estos actores, te metes de lleno en su historia. Es verdad que la carismática y alegre solterona interpretada por Redgrave te conquista por su ingenio y optimismo.

La ambientación es fabulosa.
El espectacular edificio, el lago, las señoriales habitaciones le dan mucho glamur a la historia.
El vestuario está muy logrado. Le han prestado atención y se agradece, porque te ayuda a involucrarte en esta descripción de la Italia de Mussolini.
Por cierto, es una descripción muy buena de ese periodo histórico: realista, costumbrista pero con valor casi
documental en varios detalles.

El típico malentendido y desenlace es, este caso, creíble y se sigue con razonable interés.