Amor y patología
23 de diciembre de 2022
El amor enfermizo de una madre que se resiste a la idea de que su hijo abandone el hogar para ir a la universidad. Un corto de 16 minutos, sin diálogos pero con una muy clara narrativa visual y una conmovedora y tensionante ambientación musical.
Es un drama de terror psicólogico. Hasta verlo no habría imaginado que se pudiera conseguir una psicología tan clara de los personajes sin necesidad de usar diálogos.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
El nombre lo resume: el síndrome de Munchausen implica que alguien siente la necesidad de adjudicar signos de enfermedad a otra persona o de generarle daño para que en efecto se enferme. En este corto ese es el caso de la madre, que a través del Munchausen lleva hasta las últimas consecuencias su apego enfermizo por el hijo.
El significado del pequeño juguete que aparece en la mitad y al final del corto, no logro descifrarlo por completo (aquí es cuando querría que alguien me pudiera responder si esto fuera un blog), pero estas son mis suposiciones:
1. El juguete representa la infancia del hijo y por tanto su proximidad y pertenencia respecto de la madre. Desenterrarlo del jardín representa el deseo de la madre por recuperar el dominio y cercanía con relación al hijo, en el momento justo antes de que este empiece a desvincularse del hogar para iniciar su propia vida. Vida a la cual ella recela porque lo quiere sólo para sí.
Entonces el juguete al final representaría la perpetuación de la imagen del hijo en la fracción de su vida en la que era sólo de mamá. Porque con la muerte pierde el hijo pero queda perpetuada esa etapa como recuerdo que nunca cambia o desaparece.
2. Cuando el amor materno es posesivo al grado de lo patológico, la partida del hijo es equivalente a su muerte en cuanto genera un dolor similar, el muñeco, es decir la infancia del hijo, estaba sepultada para dar vía a su desarrollo individual y adultez después de abandonar la casa. Desenterrar el muñeco es un retorno al momento antes de la partida de su hijo , y al final es el apego a su memoria de él.
No hay un jarabe que se llame "sentirse mal" ni otro que se llame "sentirse bien". Pero creo que si leemos la película como símbolo más que otra cosa, representa que esta madre en particular preferiría que su hijo esté enfermo para que dependa de ella a que esté feliz pero lejos y que ese deseo enfermizo podría implicar casi que desear la muerte del hijo, antes que soportar su ausencia.
El psicoanálisis plantea la necesidad de la muerte simbólica del padre cuando desarrollamos la autonomía como individuos, cuando construimos nuestro yo. Creo que esta es una subversión de esa idea: la madre es incapaz de asumir esa ruptura, la asume como fuente de desgracia o como la muerte del hijo.
Si en cambio la leemos literalmente como un film de terror, la madre termina siendo responsable de la muerte del hijo, y la primera parte es sólo un 'que hubiera pasado si...' o, lo que la madre imaginó que pasaría y no pudo resistir, llevándola a hacer lo que hizo.
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