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Por fin, el gran amor (1975)

Por fin, el gran amor
118 min.
6,1
104
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Sinopsis
Una famosa cantante de Broadway y un inmigrante italiano simulan un idilio para dar celos a sus respectivas parejas, un millonario playboy y una joven sin recursos, que viven un romance. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Musical Comedia romántica
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
At Long Last Love
Duración
118 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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8
Notable homenaje del gran Peter Bogdanovich al musical clásico americano
Peter Bogdanovich forma parte por derecho propio de esa constelación de genios que en la década de 1970 (la mejor y más brillante para mí de toda la historia del cine) cambiaron las reglas y el discurso cinematográfico a través de la apertura de Hollywood a unas reglas más europeas y mucho más oscuras, rompiendo con los parámetros propios de lo que había sido el cine comercial hasta entonces para hacerlo más maduro. Francis Ford Coppola, Arthur Penn, Stanley Kubrick, Sydney Pollack, Martin Scorsese, Sergio Leone, Bernardo Bertolucci, Woody Allen, Roman Polanski, Michael Cimino, George Roy Hill, Bob Fosse, Alan J. Pakula, Milos Forman, John Cassavetes, Terrence Malick o Robert Altman.

Bogdanovich no es menos que ninguno de esos inmensos nombres. De su genialidad nacieron dos obras maestras que marcaron mi vida como “La última película” y “Luna de papel” (esta última es la película favorita de Sofia Coppola). Obviamente, “Por fin, el gran amor” no está a esa altura, pero no deja de ser un apasionado homenaje al cine musical de los años 30. Porque esa es la otra gran característica que adoro del cine setentero, su obsesión “vintage” por la década de los 30, en la que se enmarca por derecho propio esta película.

Estamos ante un musical clásico donde los haya, en el que los diálogos y las situaciones se van alternando sin solución de continuidad con las canciones, todas ellas de Cole Porter. De ahí parte la idea primigenia del film, de homenajear la música de Porter y crear un musical alrededor de sus canciones. Lo demás, es todo lo que uno espera del musical clásico mericano: una comedia romántica que transcurre entre la burguesía, bellos escenarios, lujosas vestimentas y unos números musicales que enganchen con la sensibilidad del espectador.

Aquí añadimos tres elementos que otorgan enorme nobleza al conjunto:

1. La portentosa dirección de Peter Bogdanovich, porque la película es una constante exhibición de su portentosa caligrafía fílmica. La cinta está cargada de enormes planos secuencia en torno a los números musicales, a juegos de reflejos en espejos donde la cámara nunca se alcanza a ver, de encuandres clásicos maravillosos… Toda la capacidad de Bogdanovich se derrocha en el aspecto visual de esta obra.

2. Sus cuatro protagonistas, magnífico elenco actoral no compuesto por cantantes o bailarines y que, sin embargo, funciona a las mil maravillas. Madeline Kahn está fantástica, Duilio Del Prete cumple con su misión y, aunque parezca sorprendente, Burt Reynolds encaja perfectamente en las escenas en las que canta y baila. Bogdanovich consigue ese complejo milagro.

3. Pero claro, por encima de todo lo demás, está Cybill Shepherd, uno de los mayores mitos eróticos de mi vida, una de las actrices más bellas y versátiles de la historia del cine, una mujer que me enamoró desde pequeño, a una edad a la que uno no se enamora. Todo lo que toca lo convierte en oro puro (buena parte de la magia que hace de “La última película” de Peter Bogdanovich lo que es y lo que significa para mí pasa por ella). Aquí, en el cenit de su belleza y su profesionalidad, enamora a la cámara, canta, baila y juega con sus miradas de manera prodigiosa. Ella está por encima del bien y del mal y eleva la nota de esta cinta por sí misma.

Es obvio que el guión, firmado por el propio Bogdanovich como homenaje a los argumentos en torno a los que gravitaban los musicales clásicos, es lo de menos en este caso e incluso acaba resultando una tontorrona comedia romántica como tantas otras, pero.. qué más da habiendo todo lo que hay a su alrededor.
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