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Policía montada del Canadá (1940)

Policía montada del Canadá
125 min.
6,4
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Sinopsis
En 1885, tres aventureros de la frontera (el maestro Riel, el traficante de whisky Corbeau y el trampero Duroc) fomentan en Canadá una rebelión contra la Corona. Sólo la Policía Montada permanece leal. El policía Ronnie Logan está enamorado de la hija de Corbeau, pero tiene que rivalizar con un ránger de Texas que busca a Corbeau por asesinato. (FILMAFFINITY)
Género
Aventuras Siglo XIX
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
North West Mounted Police
Duración
125 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1940: Oscar: Mejor montaje. 5 nominaciones
"Efectivo filme de aventuras rodado casi en su totalidad, aunque no lo pareza por sus maravillosos paisajes, dentro de unos estudios. Pese a que no sea uno de los mejores trabajos de su realizador, su sentido del espectáculo sigue patente desde la primera hasta la última escena."
[Diario El País]
7
Guereras rojas
Primer film en color del realizador Cecil B. DeMille (1881-1959) y del actor Gary Cooper. El guión de Alan Le May, Jesse Lasky Jr. y C. Gardner Sullivan, adapta el libro “The Royal Canadian Mounted Police”, de Robert C. Fetherstonhaugh (no acreditado). Se rueda en platós al aire libre montados en Big Bear Lake, Big Bear Valley y Shay Ranch (San Bernardino Nacional Forest, CA), a partir del verano de 1939. Añade varias tomas independientes de las Montañas Rocosas (Canadá). Nominado a 5 Oscar, gana uno (montaje). Producido por Cecil B. DeMille para Paramount, se proyecta por primera vez en público, en sesión de preestreno, el 21-X-1940 (Regina, Saskatchenwan, Canadá). La acción dramática tiene lugar en 1875 en la población de Batoche, el Fuerte Carlton, situado a 20 millas de Batoche, Loon Lake, Duck Lake y alrededores (Canadá).

Los protagonistas son Dusty Rivers (Cooper), ranger de Texas, que llega en busca de Jacques Corbeau, acusado de asesinato en Texas; el sargento Jim Brett (Foster) y April Logan (Carroll). Dusty es joven, soltero, puntilloso servidor de la ley y tenaz. Jim es un militar vocacional, abnegado, sacrificado, disciplinado y eficaz. Corbeau, bajo la apariencia de comerciante, oculta un gran trajín de contrabando de whisky, compra de voluntades, corrupción y asesinatos. Destacan 3 secundarios: Louvette Corbeau, hija de Jacques, joven, sensual, atractiva, seductora y traicionera; el trampero Tod McDuff (Overman), escocés, pelirrojo, leal a la reina y el también trampero Dan Duroc (Tamiroff), animador de la revuelta y uno de sus líderes. El realizador, dado a identificar los personajes con estereotipos, asocia a Dusty con el héroe americano, honesto y amante de la justicia; a Brett con el patriota abnegado; a Louvette con la pasión carnal traicionera; a Tod con la lealtad a toda costa; a Corbeau con el crimen y la maldad; a April con la generosidad, la modestia y la diligencia propia de la ama de casa, etc.

La narración se desarrolla en escenarios naturales, salvo escenas intimistas, que se caracterizan por su grandiosidad, frondosidad y esplendidez. Funde paisaje y acción de manera que el conjunto forma una combinación que aúna referencias y significados bien articulados entre sí y coherentes. Las imágenes iniciales de las Montañas Rocosas anuncian al espectador que el relato se caracteriza por su grandeza, espectacularidad y sentido épico. La acción avanza a buen ritmo y aporta tensión, enfrentamientos, disputas, traiciones y contratiempos. La figura de Louis Riel, su liderazgo de la revuelta de los mestizos de 1885, su profesión de maestro de escuela, la masacre de Duke Lake y otros elementos son históricamente ciertos.

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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Correrá la sangre como el agua
Nacionalismo mestizo independentista frente a la corona británica imperialista.
En medio, el Gary Cooper hermoso como oficial de los Rangers Texanos.
Enfrente, la guapa y rubia Madeleine Carroll como enfermera que rompe corazones y sana cuerpos; buena y lista como ninguna.
Un poco de lado, los dos caballeros galanes y pundonorosos que llevan la casaca roja con orgullo y gran dignidad.
En la esquina, la malvada y pericolosa, también muy hermosa, la Paulette Goddard como mestiza turbadora y llena de manzanas prohibidas, de alma de serpiente y pureza en el corazón preñado de amor sin control, hija de un malvado atroz, George Bancroft, el mestizo que quiere utilizar las ansias libertarias de su gente para hacerse de oro con el dinero proveniente del negocio del whisky.
¿Y los indios? Buenos, rudimentarios, nobles, ingenuos y a la expectativa. No saben bien si seguir con la madre blanca de Inglaterra o apuntarse al despiporre de los mestizos con su medicina de fuego, ya que los pobres se pirran por la tecnología nueva.
¿Y el sentido histórico o el interés político? Poco, el rigor no es el objetivo, se trata de otra cosa, de montar un espectáculo sandunguero, mitad lírico amoroso, mitad guerrero pendenciero, con algunas gotas salerosas de comedia verdadera.
Eso sí, el imperio británico es siempre lo primero, con sus huestes rojas que son lo más grande y todo el aparato poderoso que representan, sin desmerecer a nadie, faltaría más, ni a los mestizos revoltosos, feos y andrajosos, peleones y ansiosos, pero también con grandes propósitos, ni a los indios majestuosos, infantiles y primitivos, pero también majos y generosos.
Es decir, diríamos que prima un orden edénico y maravilloso que sufre pequeños conflictos provocados no por intereses contradictorios o fuerzas en lucha, qué va, nada de eso, sino que más bien por algún sinvergüenza sin escrúpulos que no quiere aceptar que son todos hermanos humanos que en el fondo se quieren a morir, a puro grito y muy sincero.
¿La película? Buena, a pesar de cierto esquematismo, maniqueísmo y simpleza. Por la lograda factura de todo lo que se cuenta y muestra, por los personajes con sentido, los diálogos estupendos y la resolución de los problemas con brillantez sorprendente.
¿La moral? Aquí, ya lo habíamos medio comentado pero nunca está de más remarcarlo, to er mundo é güeno menos el gordo cobarde y asesino y un poco/bastante, según se mire, la sangre manda y los genes son lo que tienen, su hija pervertida.
El resto, los nativos invadidos, los mezclados enfadados, los invasores orgullosos, los que pasaban por allí, toda la santa naturaleza, los magníficos animales, el clima inclemente pero saludable, las cold mountains, hasta las balas gordas como de verano moscas, son gente, que diría el inmenso Uzala, gente buena y, añadiría yo de mi propia cosecha, también claros, distintos y verdaderos.
La idea es pasarla bien, no meterse en camisa de once varas ni dar dolores de cabeza innecesarios.
Todos son héroes, valientes y tremendos peleadores. Pero se lleva la palma el de los USA texano. Liante, amoroso, simpático, embustero, apasionado, reflexivo, escéptico y aventurero. Hip, hip, hurra.
Duelo de titanes por una mujer entre el foráneo mitológico y el de rojo que tal baila, más serio, recio y aburrido, igual de valioso, señero y grandioso.
El más tonto es el hermano vencido que se deja embaucar por el sonido torticero de una medio india sirena de ojos bellos, gran enredo y que nos provoca mucho miedo/deseo, seguro, no lo niego.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
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