Deluge (1933)

He podido ver en la Filmoteca Española una copia restaurada y completa de esta joya del cine, que se consideró perdida durante años, hasta que se encontró una versión doblada al italiano (que no sé si estaba completa) en los años 80, y hasta que, en 2016, se encontraron el metraje y la pista de sonido originales (no sé si en su integridad) en inglés.

"Deluge" es una mezcla de drama, cine catastrófico y ciencia-ficción que especula con la posibilidad de que un eclipse provoque un megaterremoto que destruye los Estados Unidos de costa a costa. Se habla mucho y se muestra poco, pero parece ser que hay inundaciones por todas partes. Primero es arrasada la Costa Oeste, y luego la ciudad de Nueva York es inundada por un gigantesco maremoto. Esta parte del filme, la más espectacular, está lastrada por unos efectos especiales muy rudimentarios, ya que las maquetas de los edificios y rascacielos "cantan" mucho. Eso sí, los planos insertos con personas que corren despavoridas delante de unas sobreimpresiones son efectivos.

La segunda parte, la postapocalíptica, es mucho más interesante, y se centra en un matrimonio formado por Sidney Blackmer y Lois Wilson, separado por la catástrofe, y en una nadadora interpretada por Peggy Shannon, que se interpone entre el marido y la esposa. Hay unas audacias propias de los años previos al Código Hays que luego serían impensables, como los planos en los que vemos la pierna y la mano de una mujer muerta -y posiblemente desnuda-, o la nadadora atada al tronco de un árbol por Fred Kohler, el malo de la película.

Pese al tono ligeramente naíf de este apocalipsis, "Deluge" se adelanta en muchos años a muchas películas y series de TV estadounidenses cuyas narraciones se centran en la supervivencia, la lucha entre la barbarie y la civilización, y la esperanza puesta en la reconstrucción de un orden igual o mejor que el anterior a la catástrofe. Lo que consigue Felix Feist en este título, su ópera prima, no volverá a verse hasta los años 50. El valor de "Deluge", como obra pionera y precursora de la ficción postapocalíptica, es enorme.