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Ten cuidado con lo que deseas (2015)

Ten cuidado con lo que deseas
91 min.
4,3
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Durante un verano, un joven estudiante que no es muy sociable inicia una apasionada relación con la hermosa y solitaria Lena, una mujer casada con uno de los hombres más ricos de la ciudad. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Crimen
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Careful What You Wish For
Duración
91 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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6
LA MUJER PIRAÑA
Con “Careful What You Wish For” (2015), tenemos a otra candidata a clásico de telefilm de sobremesa de fin de semana. Eso si, de noche, que los críos no se nos hormonen antes de hora, con tanto desparpajo exhibicionista que desfila por la cinta, como plus de atracción para sazonar de especias una historia muy convencional, contada con unos recursos argumentales y narrativos bastante majaderos algunos de ellos. Es decir, tenemos un asado de pollo de esos de granja al que hay que aderezar con vino, salsa y muchas hierbas para que sepa a algo.

La película, como la califican en varias plataformas, es merecedora del “erotic film” como etiqueta, más que como “thriller”, de misterio o suspense, pues aquello a lo que descaradamente se quiere dar relieve, es a las virtudes carnales de Nick Jonas y de la australiana Isabel Lucas, mejor él, que ella. Con el papel que hace la chica, más les hubiera valido a los productores usar una muñeca de goma, de esas que hablan cuando se pulsa un botón o se tira de un cordón.

En vez de película, yo habría usado la etiqueta de “videoclip erótico”, pero es que hasta la música de Josh Debney (no se si algo tendrá que ver con John Debney), y los Newton Brothers es algo puramente incidental, insípido y chabacano, que le quita la poca credibilidad que le queda al film, en cuanto a su pretensión de definirse como de crímenes. La cinta gira exclusivamente alrededor del apaño que ambos protagonistas se montan, siendo todo lo demás puramente accesorio, para apenas cubrir las vergüenzas que tanto empeño habrá, en que nos exhiban los dos actores.

Troika Pictures, Hyde Park Entertainment y Merced Media Partners se lanzaron a montar esa especie de tributo a las horas de postre de los noventa, que pusieron de moda las privadas como Antena 3 y Telecinco (más recientemente las públicas no tendrían reparos en ofrecer la misma clase de recurso), con un presupuesto de 4 millones y medio de “Tíos Sam”, que seguramente se amortizaron, pero gracias a consumidores a los que no hacía falta mucho más que serrín en la sesera para zamparse el bollo. La película fue financiada parcialmente con 1,2 millones (aproximadamente el 25% de los costos de la película) en créditos fiscales de producción cinematográfica asignados por el Departamento de Ingresos del Estado de Carolina del Norte. Dato curioso, y, para mí inaudito, el que en yanquilandia se gastasen dinero público en semejante floja imitación de cine negro (espero que ningún amante del género se sienta ofendido por la comparación). Y más raro se me hace el que se estrenara primero en países europeos (Alemania, España…. ), y no fuera hasta casi al cabo de un año en los propios USA. En nuestra República de Mortadelo y Filemón, contó con casi 1,5 millones de espectadores en el primer estreno. Bueno, eso lo dice todo del público patrio, que tanto babea con productos americanos, que ni los propios americanos consumen. Por desgracia no sólo pasa en el cine.

No es de extrañar en un país de acomplejados como el nuestro, en lo que respecta al erotismo y el sexo, que parezca que todavía no hayamos superado la famosa época del destape; hace ya más de medio siglo quedó en las páginas de su rancia historia. De hecho, es posible que más de un nostálgico haya visto en esta cinta una versión de “Verano Azul” para adultos.

Ellisabeth Allen Rosenbaum llevaba ya un par de lustros dirigiendo, entre películas y series de poca monta, una colección de pastelillos para espectadores de porcelana, y posteriormente ha seguido con varias ñoñadas por el estilo.

De todo su escaparate de bisutería cinematográfica, esta es una producción que llama la atención entre tanta baratija, y después de esta rajada dándole a la tecla, alguien me puede preguntar porqué le cisqué un 6 sin más. Pues he aquí mis seis razones, y por ello no quiero justificar lo que para muchos pueda ser un sacrilegio de puntuación en toda regla.

La primera, es una fotografía bastante bien trabajada (bajo mi algo profano criterio) de Rogier Stoffers, ya no tanto por los planos de interiores y secuencias de la poca acción en el metraje (si es que se le puede llamar acción), sinó por las panorámicas exteriores; tanto las que nos ubican en ese set paradisíaco o exclusivo al lado de un lago, lugar de vacaciones de gente ricachona y bién acomodada. Lo necesario para generar atractivo visual entre los de la desaparecida clase media que antaño nacimos en un “welfare state” que se ha desintegrado para dar lugar a una generación de deudores e hipotecados. Así como las portentosas escenas del velero del multimillonario Eliot Harper (Dermot Mulroney), que nos regalan la fantasía de tener un juguete de tales características para disfrutar de esos paseos en el mágico entorno de aquél lado.

En segundo lugar, tenemos a Nick Jonas. Procedente del mundo del cante del “rock” (Jonas Brothers), se podría decir casi con toda seguridad que esta película le sirvió de trampolín para hacer el paso de reinventarse como músico a actor de cine, principalmente porque el destino de su formación musical fue la desintegración. O el naufragio, vete a saber… quizás por ello se presenta al ricachón como “experto” reparador de motores de naves, para que le dé un trabajo en la lujosa embarcación. Es obvio que su personaje es tan creíble (no mucho más que el resto), como las promesas de un político en plena campaña electoral.

Esa tan rápida y súbita transformación de adolescente tímido en semental superhéroe, al estilo del trajeado y con gafas de Clark Kent, que pasa al Supermán con calzoncillos rojos (sólo que Jonas pasa rápido de su bañador azul y de sus bóxer a cuadros) para llevarse a la reina del baile, es un claro ejemplo de como no se debe dibujar la evolución de un personaje en una historia, a menos que se trate de un hombte lobo.

A pesar de todo, y viniendo de otro campo artístico, el chico no lo hace tan mal y tiene algunos momentos lucidos.
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11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Para pasar el rato
¿Esta aburrido? ¿Quiere pasar el rato con una película rápida que no le requiera pensar mucho?
"Cuidado con lo que deseas" puede ser para usted.

¿Quiere pensar? ¿Busca una película memorable? ¿Busca actuaciones solidas? ¿Busca personas bien construidos?
"Cuidado con lo que deseas" definitivamente no es para usted.

Una historia sencilla, de personajes poco desarrollados, de actuaciones mediocres, pero digamoslo se pasa rápido y no aburre.
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13 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
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