Tráiler HD (ESPAÑOL)
Ver 2 más- Sinopsis
- Marnie es una viuda reciente que se traslada a Hollywood para estar más cerca de su hija, lo que resultará ser un cambio total para su vida: nuevas aventuras, nuevos amigos, nuevas oportunidades… y quién sabe si un nuevo amor. (FILMAFFINITY)
- Género
- Comedia Drama Comedia dramática Comedia romántica Amistad Familia
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2015 / Estados Unidos
- Título original:
- The Meddler
- Duración
- 100 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Susan, Susan, Susan
8 de junio de 2016
Sin otra que la soporte esta película sería insoportable, vulgar y aburrida; con Susan no sólo entretiene, también te hace partícipe de los conflictos de una mujer madura, más que perdida, desubicada, pero que a medida que avanza la historia, va evolucionando y recreándose hasta convertirse en un personaje de gran altura. Magnífica interpretación de la Sarandon, inconmensurable: ella es el 99 de la cinta.
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16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Come fly with me
30 de junio de 2016
El duelo y sus límites. Aceptar la muerte de un ser querido. Tomarte tu tiempo, largo, para primero negarlo y luego, si escampa, poder aceptarlo. Una madre y una hija desconsoladas por la muerte del hombre de sus vidas.
Y todo ello tratado en modo de comedia. Con una protagonista omnímoda, absoluta, la gran Sarandon, todavía en forma y plenitud de facultades, la otra monstrua, junto a la Streep, de su generación, capaz de enriquecer su personaje con mil y un matices de mujer lista, sensible y sabia. Y como su hija, la siempre estupenda aunque aquí un poco siesa y fría, Rose Byrne.
No hay queja con la historia ni con el reparto. Donde flojea y cansa y carga es, quizás, con la morralla tópico sentimental que merodea durante todo el metraje, sí, lo obvio de la falta de ese amante esposo y padre tierno. Su evidente ausencia que se hace demasiado presente, la muerte. Y, por otro lado, en el intento desesperado de cargar la suerte hacia la risa (a tanto no llega, se queda a medio camino la mayoría de las veces) estropean un tanto a la protagonista, ya que por muchos momentos se convierte en una petarda-pedorra de impresión, en una cargante, insufrible y molestosa pelma con sus mil mohínes y horrorosas bondades de mujer muerta de asco que no es capaz de estar sola ni un minuto sin dar la murga a alguien (martirizando a su hija constantemente con sus pringosas preocupaciones) a costa de lo que sea, como sea, literalmente, puede ser que con dinero o lo que surja en cada jodida ocasión. Y cierta tendencia a convertir el periplo de la Marnie de marras en las etapas de una santa mártir justo antes de ser beatificada con todos los honores por la santa madre iglesia. Casi como una Amelie californiana y ricachona, como si viviera en un mundo de color de rosa, acolchado, perdiendo el tiempo con bobadas a diestra y siniestra y con alguna parada amorosa chusco patosa que también tiene lo suyo por forzada y sacarinosa. De ahí que se pierda en muchos desvíos e indecisiones, ni bromas ni veras ni frívola ni seria ni reflexiva ni banal ni original ni convencional ni arriesgada ni personal, ni nada finalmente sino un poco de casi todo, a medias, mezclado, vencida definitivamente hacia un tono agradable, meloso, cachondo pero sin pasarse, familiar, facilón, apreciable, aceptable, pero nunca tampoco demasiado, solo algo, un poco.
Ahí, ahí...
Y todo ello tratado en modo de comedia. Con una protagonista omnímoda, absoluta, la gran Sarandon, todavía en forma y plenitud de facultades, la otra monstrua, junto a la Streep, de su generación, capaz de enriquecer su personaje con mil y un matices de mujer lista, sensible y sabia. Y como su hija, la siempre estupenda aunque aquí un poco siesa y fría, Rose Byrne.
No hay queja con la historia ni con el reparto. Donde flojea y cansa y carga es, quizás, con la morralla tópico sentimental que merodea durante todo el metraje, sí, lo obvio de la falta de ese amante esposo y padre tierno. Su evidente ausencia que se hace demasiado presente, la muerte. Y, por otro lado, en el intento desesperado de cargar la suerte hacia la risa (a tanto no llega, se queda a medio camino la mayoría de las veces) estropean un tanto a la protagonista, ya que por muchos momentos se convierte en una petarda-pedorra de impresión, en una cargante, insufrible y molestosa pelma con sus mil mohínes y horrorosas bondades de mujer muerta de asco que no es capaz de estar sola ni un minuto sin dar la murga a alguien (martirizando a su hija constantemente con sus pringosas preocupaciones) a costa de lo que sea, como sea, literalmente, puede ser que con dinero o lo que surja en cada jodida ocasión. Y cierta tendencia a convertir el periplo de la Marnie de marras en las etapas de una santa mártir justo antes de ser beatificada con todos los honores por la santa madre iglesia. Casi como una Amelie californiana y ricachona, como si viviera en un mundo de color de rosa, acolchado, perdiendo el tiempo con bobadas a diestra y siniestra y con alguna parada amorosa chusco patosa que también tiene lo suyo por forzada y sacarinosa. De ahí que se pierda en muchos desvíos e indecisiones, ni bromas ni veras ni frívola ni seria ni reflexiva ni banal ni original ni convencional ni arriesgada ni personal, ni nada finalmente sino un poco de casi todo, a medias, mezclado, vencida definitivamente hacia un tono agradable, meloso, cachondo pero sin pasarse, familiar, facilón, apreciable, aceptable, pero nunca tampoco demasiado, solo algo, un poco.
Ahí, ahí...
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
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