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El cartero llama dos veces (1946)

El cartero llama dos veces
113 min.
7,6
17.751
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Escena (ESPAÑOL)
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Sinopsis
Durante la Gran Depresión de los años 30, Frank Chambers (John Garfield), un hombre que vaga sin rumbo, empieza a trabajar en un bar de carretera, regentado por un hombre mayor y por Cora (Lana Turner), su joven, bella e infeliz esposa. Pronto Frank y Cora comienzan a sentirse atraídos el uno por el otro. (FILMAFFINITY)
Género
Cine negro Intriga Drama Romance Crimen Gran Depresión Años 30 Película de culto
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Postman Always Rings Twice
Duración
113 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de James M. Cain
Links
8
Fatalidad
Film de cine negro, realizado por Tay Garnett (“Mares de China”, 1933). El guión,
de Harry Ruskin y Niven Busch (“Duelo al sol”, Vidor, 1946), adapta la novela negra “The Postman Always Rings Twice” (1934), de James M. Cain. Se rueda en exteriores de Norwalk (CA) y en los platós de los MGM Studios (Culver City, L.A., CA). Producido por Carey Wilson para la MGM, se estrena el 2-V-1946 (EEUU).

La acción dramática principal tiene lugar en 1945/46 en el establecimiento “Twin Oaks”, que explota una gasolinera y una hamburguesería en una carretera secundaria, que une Los Ángeles y San Diego. Frank Chambers (Garfield) llega en autostop al establecimiento, donde se queda por algún tiempo contratado como ayudante del propietario, Nick Smith (Kellaway), casado con Cora (Turner), una mujer joven y deslumbrante. Frank es solitario, desarraigado y un trotamundos. Cora es enigmática, arrastra un pasado oscuro, se siente falta de afecto y se ha casado para dejar la prostitución y llevar una vida holgada. Nick, de unos 60 años, es bonachón, amble y simpático.

El film suma drama, cine negro, crimen, suspense y thriller. Adapta con notable fidelidad una novela negra de éxito, publicada 12 años antes, inspirada lejanamente en “La bestia humana” (1890), de Émile Zola. La novela de Cain traslada el mundo de maldad, crimen, codicia, deseo y fatalismo de la obra de Zola al ambiente de la Gran Depresión. El guión de la película lo traslada a la posguerra que viven los EEUU tras la finalización (agosto 1945) de la IIGM. De la novela citada se han realizado 4 adaptaciones al cine. “Le dernier tournant” (Pierre Chaval, 1939) y “Ossessione” (Visconti, 1942) fueron las dos primeras. La tercera es la de Garnett. Posteriormente se rueda una nueva versión (Rafelson, 1981). La cinta de Garnett es del mismo año que “Gilda” (Vidor, 1946), con la que comparte algunos rasgos comunes (tensión sexual, mujer deslumbrante...).

Dotado de buen ritmo y de fluidez narrativa, el film presenta una mujer fatal, de espléndida y seductora belleza, que ocupa el centro visual y dramático de la obra. Vestida de blanco impecable, de cabello rubio platino y de potente sensualidad, teje a su alrededor una inquietante atmósfera de violencia pasional, erotismo, deseo, sexo y autodestrucción. La Turner compone una figura singular de mujer fatal, atractiva, seductora, manipuladora y perversa, que con el tiempo se ha convertido en una de las más conocidas y mejor recordadas del cine negro clásico.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
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43 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Esplendorosa Lana Turner
Creo que el motivo casi único para ver esta irregular película es, sin duda, la deslumbrante presencia de Lana Turner. El cine ha dado imágenes de esas que retenemos para siempre, “iconos del cine” que suelen figurar con profusión en portadas de los libros especializados. La maravillosa presentación del personaje de Cora en esta película es una de esas imágenes imborrables, tan brillante como la de Rita Hayworth en “Gilda”, producción del mismo año.

La presentación de Cora “enmarcada” en la puerta, con un short blanco mostrando sus esplendorosas piernas ligeramente cruzadas, agarrando con estudiada displicencia su cajita de polvos de maquillaje es de esos momentos mágicos e inolvidables del cine. El contrapunto de la cara que pone el bueno de J.Garfield también merece reseñarse, pues el espectador se identifica enseguida con la turbación que le proporciona tal súbito aparición

Son maravillosos los primeros planos de la Turner: en ocasiones, la luz se centra en la franja media de su cara, resaltando sus enormes y brillantes ojos. Sus vestidos blancos y su peinado son también elementos reseñable. Por supuesto, una estrella de su altura no puede despeinarse en ningún momento: así que cuando vuelve de sus escapadas nocturnas para bañarse con su amante, la vemos con la misma “escultura capilar” intacta.

Por lo demás, la película es bastante irregular, especialmente en su tercio final, cuando comienza toda la trama policial y judicial. En esta ultima parte la película se precipita aceleradamente por unos caminos que narrativamente son absolutamente confusos, farragosos e increíbles; todo está muy mal explicado, como si el propósito fuese rematar el film con una urgente faena de aliño. En esta parte final la película hace aguas por todas partes: da la sensación de que la hubiese hecho otro director o bien que hubiesen querido meter apresuradamente y desaliñadamente el texto de la novela de J.M Cain.

Tampoco convencen los secundarios, especialmente, el marido de Cora. Puede que Cora tuviera la necesidad de un matrimonio de conveniencia, pero hombre, casarse con un gordito bonachón como ese, parece poco creible. Me creo tanto al personaje como si lo hiciera Henry Travers (el ángel de “Que bello es vivir”).Por cierto, lamentable también las dos canciones con que se despacha este hombre, que en su versión doblada en español son absolutamente insufribles (Me recuerda a la también insufrible versión doblada de las canciones que cantaba Nerón/P.Ustinov en “Quo Vadis?)

Aspectos de la película que no debo desvelar en el spoiler
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37 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
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