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Buen funeral, amigos... paga Sartana (1970)

Buen funeral, amigos... paga Sartana
91 min.
5,2
100
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Sinopsis
Sartana presencia una matanza de una familia de mineros. Mata a los asesinos y lleva los cuerpos hasta la ciudad de Indian Creek, donde además de cobrar la recompensas por ellos, les paga el entierro. Sartana se da cuenta de que muchos habitantes de la ciudad están deseosos de quedarse con la tierra de la familia asesinada. Tercera película "oficial" de Sartana. (FILMAFFINITY)
Género
Western Spaghetti Western Secuela
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Italia Italia
Título original:
Buon funerale, amigos!... paga Sartana
Duración
91 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Italia-España;
Links
3
Reza al muerto, Sartana, mata al vivo
Tened cuidado, rufianes, maleantes y estafadores, un hombre vestido de forma elegante, con traje y sombrero negros, está acechando para vengarse. Un hombre rápido, inteligente, arrogante, de mirada fría y calculadora y con más trucos que David Copperfield.
¿Qué fan del "spaghetti western" que se precie no ha oído hablar de Sartana? ¡Por supuesto que sí! Sus aventuras se cuentan por miles, sus víctimas se esparcen por todo el desierto y las damas caen rendidas ante él.

Pues sí, señor. Tras la invención del emblemático "Hombre sin Nombre" de Leone, el "western" mediterráneo necesitaba más héroes que adornaran nuestras tierras almerienses, y que de paso nos hicieran vivir entretenidos ratos a base de hazañas donde el amor y la venganza se mezclaban con el dinero; en la segunda mitad de los '60 y a lo largo de los '70 pudimos ver todo tipo de personajes pintorescos protagonizando inacabables sagas, como Django, Aleluya, Sabata o Trinidad, y que a veces hasta se cruzaban en alguna que otra película para batirse en duelo o colaborar entre ellos.
Uno de estos personajes fue Sartana, y él solito alimentó casi veinte títulos, un personaje surgido del film "Baño de Sangre al salir el Sol" (titulado "Sartana" en tierras alemanas); el productor Aldo Addobbati contrataría a Gianni Garko para interpretar a un héroe con ese nombre. A partir de entonces, el sr. Garko encarnaría al principal Sartana en "Si te encuentras con Sartana...ruega por tu Muerte", dirigida por Gianfranco Parolini, quien además sería el culpable de inventar toda la descacharrante parafernalia del personaje, más propia de James Bond que de un pistolero del salvaje Oeste.

De las demás entregas originales de la saga se encargaría Giuliano Carnimeo, experto del "spaghetti western" y conocido de la serie "B" italiana (en los '80 regresaría a Almería para rodar "El Exterminador de la Carretera", el plagio más descarado de "Mad Max 2"). Lo más curioso es que, aunque el álter-ego de Sartana fuese Garko, con un breve reemplazo de George Hilton en "Ha llegado Sartana, vende la Pistola y cómprate la Tumba", también se estrenaron numerosas secuelas falsas con otros actores dando vida al personaje y con otros realizadores tras la cámara. Lo cierto es que era una práctica bastante corriente en la época.
"Buen funeral, Amigos...paga Sartana" fue la tercera de las cuatro entregas con Garko en el papel del elegante pistolero, quien esta vez se halla en el pueblo de Indian Creek, preparando un buen entierro para unos asesinos a sueldo que han acabado con la vida de Joe Benson, un supuesto amigo suyo al que le quería comprar los terrenos en los que vivía. En la investigación y la venganza que inicia contra los que contrataron a los asesinos toman parte el sheriff del lugar, un chino que es propietario de un salón de juegos, el banquero Hoffman, quien tiene especial interés en las tierras de Benson, y la preciosa sobrina de este último, Abigail.

Una buena muestra más de lo que era el "spaghetti western" y lo que se podía hacer en él. Esta aventura de Sartana guarda todos los clichés del género llevándolos a la más jovial y ridículas de las parodias en cada momento, tanto que absolutamente nada tiene que ver con la oscura y tergiversadora Trilogía del Dólar; en donde Leone viajaba al inframundo del Far West clásico, degenerándolo y despojándolo de su honor, Carnimeo propone un festivo entretenimiento de aventura, violencia, romance y humor, tratando una historia de venganza de lo más manida.
Sartana es un antihéroe de cómic que se halla en las antípodas del "Hombre sin Nombre" y cuyo pariente más cercano sería el Douglas Mortimer de "La Muerte tenía un Precio", con ese elegante traje de caballero, sus ademanes de soberbia, sus vagas frases lapidarias y una interminable lista de trucos y accesorios, entre los que figuran cartas cortantes, relojes de plomo o armas de fuego de todos los tipos y tamaños. Por si fuera poco, el tono cómico va sucumbiendo al más puro disparate gracias a los mediocres diálogos y los grotescos protagonistas y situaciones, como ese extraño personaje asiático (que librará una impagable pelea contra Sartana) o unos villanos de chiste.

Garko sigue en sus trece; él es el más chulo, el más sarcástico, el más respondón, el más valiente, y no deja de demostrarlo durante toda la película. A éste pedazo de héroe le seguirán unos flojos Daniela Giordano y Luis Induni y el correcto Antonio Vilar. El papel de George Wang no tiene precio, desde luego.
Carnimeo (acreditado como Anthony Ascott...otra manía de la época), se luce con sus rápidas secuencias y mareantes "zooms", que se repiten hasta el tedio, y es que este hombre no era un director técnico, desde luego; sin embargo consigue ofrecer (aunque no mucho) una entretenida hora y media al espectador. En mi opinión, un "western" al que no se le debe prestar demasiada atención.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Chino, chana va y viene Sartana.
Y tanto como va y viene este personaje, hasta una veintena de versiones lleva hechas variando actores y directores o mezclado a veces con otras Trinidades. Eso sí, siempre el mismo perfil de hombre apuesto, frío, jugador, sofisticado y distante, un prototipo que mana directamente de las obras de Leone. Y aquí se acaban las similitudes con el maestro del western mediterráneo.
El argumento es el de costumbre, llega el pistolero (Garko) se carga a todos los malos (bastante torpes encima), pone orden en el pueblo, Indian Creek, y se larga con la guapa Jasmin (Giordano). Todo a cuenta de una presunta mina de oro robada, comprada y vendida.
En esta ocasión la novedad viene de China, pues, además del banquero mafioso sin escrúpulos, el saloon está gobernado por una banda de chinos que parecen sacados de una tienda de "todo a cien". En vez de pegar tiros, el jefe del clan suelta una detrás de otra una larga retahíla de sentencias de Confucio que no sabemos qué es peor. Ahí van un par de ellas: "Quien compra arena construye muros de cristal" o "El viento acaricia al sauce que se doblega y arranca al roble que se resiste". ¡Toma ya! Para torturar en vez de hacerlo como esperábamos con la gota china, prefieren la bota malaya que consiste en introducir el pie de la víctima en una caja que lo aprieta hasta romperle los huesos. Al final hay una escena de fuegos artificiales, tal vez recordando que inventaron la pólvora y la pirotecnia. Al césar lo que es del césar ...
En fin una cinta floja en todos aspectos, solo recomendable a los seguidores de Sartana, que no debieron ser pocos a comienzos de los pasados setenta.
Vale más pasar el rato tomando unos vinos y luego jugárselos a los chinos.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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