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Madadayo: El maestro de la vida (1993)

Madadayo: El maestro de la vida
134 min.
7,0
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Trailer (japonés)
Sinopsis
Tokio, 1943. El profesor Hyakken Uchida abandona su cátedra para dedicarse por completo a su carrera como escritor. Los desastres de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) hacen que pierda su casa y viva con su mujer en una barraca. Pero sus ex alumnos deciden construirle un nuevo hogar, al que se trasladará con su esposa. También se comprometen a celebrar cada cumpleaños del venerado maestro. Durante esas fiestas, juegan como niños y le preguntan al profesor: "Mahda-kai" ("¿Estás listo para irte al otro mundo?"), a lo que él responde: "Madadayo" ("No, todavía no"). (FILMAFFINITY)
Género
Drama II Guerra Mundial Vejez / Madurez
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Japón Japón
Título original:
Madadayo
Duración
134 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1994: Japan Academy Awards: 4 premios. 7 nominaciones
"Exquisita, extraordinariamente emotiva (...) no es uno de los grandes films de Kurosawa, pero dentro de sus propias proporciones, es casi perfecto."
[The New York Times]
"Uno de los trabajos más grandes de Kurosawa."
[Chicago Tribune]
3
3
Positiva
0
Neutra
0
Negativa
7
SOBRE LA VENERACIÓN Y EL RESPETO AL MAESTRO EN JAPÓN
Desde el principio Kurosawa nos muestra que el profesor protagonista de la historia es un tipo dichoso que transmite dicha y sentido del humor, algo muy sobresaliente y que calaba hondo en un tiempo en el cual en Japón todo era severidad, seriedad disciplinaria y visión deprimente de la vida (los japoneses acababan de perder la II Guerra Mundial y recibido el inmenso golpe de dos bombas atómicas sobre sus cabezas). De ahí quizás que este docente fue considerado por su alumnos como "oro puro", le guardasen una veneración auténtica y mantuviesen con él la tradición continua de velar por su bienestar, visitarle y celebrar de vez en cuando a su lado. Sin duda era un hombre que les había dejado huella en el corazón, como todo maestro amable y simpático la deja en sus alumnos, máxime si como es el caso de este profesor además tenía un sentido de humor tan notorio que estar a su vera era pasar momentos seguros de divertimento, alegría y vitalismo. Recuerdo en Sevilla, a un profesor muy parecido, su nombre era MIGUEL OLIVER ROMÁN, que nos daba clases universitarias de Teología en el CET, y le querÍamos mucho por ser así también, siempre condecendiente, cariñoso, con sentido del humor y muy comprensivo con los alumnos. Eso nunca se olvida y perdura por siempre en lo mejor de la memoria.

Es una película bastante pesada por su ritmo lento, pero si usted ha sido discente que ha amado a un maestro o maestra, entonces a usted le gustará esta pausada obra que nos retrotrae al clásico valor de honrar y venerar al maestro aquél que nos ha transmitido conocimientos y algo más: humanidad —como es también el caso del docente del libro de Edmundo de Amicis, CORAZÓN, clásico de la literatura sobre el respeto y la consideración entre el alumnado y su mentor—, en donde la figura del docente que te trató afectuosamente, que no te desanimó sino todo lo contrario, que te dio ánimos y que encima te hizo reír, no se puede olvidar nunca.

El papel de la esposa del profesor, siempre a su lado, humilde, callada, sumisa, atendiéndole, velando por él como sostén y basamiento, es estupendamente realizado por la famosa actriz Kyoto Kagawa, quien nos muestra como ese hombre tan querido y tenido en cuenta por sus alumnos, sin ella no sería ni la mitad de lo que es; importancia que ella no reclama ni nadie le reconoce, ni siquiera su esposo, el juicioso maestro.

Filme magistral que logra ser toda una referencia del valor de honrar, no ya al padre y a la madre como dicta el 4º mandamiento del Decálogo de Moisés, sino de HONRAR AL MAESTRO como manda el sentido común de todos los pueblos de la Tierra desde tiempos inmemoriales.

Fej Delvahe
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32 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Adiós Maestro
Kurosawa se despidió del cine para siempre con esta contemplativa y cotidiana obra. El profesor Hyakken Uchida es venerado por sus alumnos en todas las generaciones en las que ha impartido clases. El maestro Uchida, al igual que el maestro Kurosawa se despide de sus alumnos de forma emotiva.

"Madadayo" es como el reflejo en la pantalla de la despedida del propio director. Kurosawa nos decía que no estaba listo para abandonar, pero que se acercaba su hora. ¿Estás listo para irte al otro mundo? Los ex alumnos de Uchida cuidan y se preocupan del bienestar del profesor hasta límites insospechados y celebran con el maestro su cumpleaños, incluso décadas después de haber salido de la escuela. El profesor dejó huella en todos y ellos intentan compensarlo a su modo.

Hay un par de escenas formidables. Yo me quedo con la cena que reúne a todos los ex alumnos. Son unos 10 minutos brillantes, llenos de emoción y nostalgia en los que todos celebran que la hora del profesor todavía no ha llegado. Kurosawa no se despidió con su mejor obra, pero nos dejó para siempre el recuerdo de una filmografía insuperable.
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20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
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