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La historia más grande jamás contada (1965)

La historia más grande jamás contada
200 min.
6,1
3.365
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Sinopsis
Superproducción sobre la vida de Jesús de Nazaret que contó con un extenso y conocido reparto en el que destaca Max von Sydow como Jesucristo. A partir de los Evangelios narra la vida de Jesús en la Palestina ocupada por Roma: su nacimiento en Belén, su infancia en Nazaret, los tres años de vida pública, la Última Cena, la traición de su discípulo Judas, su juicio, crucifixión y posterior resurrección. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Religión Biblia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Greatest Story Ever Told
Duración
200 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1965: 5 nominaciones al Oscar, incluyendo, bso, vestuario color, direcc. artíst. color
1965: National Board of Review: Top 10 mejores películas
7
Jesucristo, por Von Sydow
Hay dos cosas destacables en esta producción: La actuación de Chartlon Heston como Juan el Bautista, y la representación de Jesucristo por Max Von Sydow.
Heston nos da la interpretación de un profeta muy vigoroso, adecuado para ese papel. Y Von Sydow posee un rostro enigmático, algo misterioso, que nos hace recordar al Nazareno, y la misión que en algún tiempo cumplió aquí en la tierra.
La película es muy agradable, y yo la he podido ver varias veces sin ningún problema.
Los paisajes son muy buenos y la música también.
Los diálogos son hermosos.
Definitivamente es una película de colección.
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40 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Hagiografía.
62/09(17/04/19) Notable versión de la muy conocida historia bíblica de los evangelios. Producida y dirigida por George Stevens, es un recuento del relato bíblico sobre Jesús de Nazaret, desde la Natividad hasta la Ascensión, incluyendo los consabidos episodios del nacimiento de Cristo, el decreto de Herodes de matar a todos los niños varones en Jerusalén, la huida a Egipto, Juan el Bautista sumergiendo a Jesús, reunión de los apóstoles, Sermón del Monte, diversos milagros realizó, como Jesús impide la lapidación de una adúltera, comerciantes atacados en el templo, la última cena de Jesús, el arresto de Jesús, su juicio a manos de Poncio Pilato, su Crucifixión y la Resurrección final. La cinta tiene el hándicap consabido de que todos conocemos los hechos, no es revisionista, ni arriesga en salirse de lo mencionado, por lo que este tipo de sub-género debe poner sus bazas en la escenificación y en las actuaciones, y aquí la película es notable, no es redonda, pero si deja tramos excelentes, con alguna interpretaciones excelentes, se le puede achacar que al ser un metraje muy extenso (yo he visto la versión del 2001 de 199 minutos) su clima es demasiado solemne-trágico, es un descenso demasiado crudo, con lo que habrá espectadores que se les hará bola, se les puede hacer tediosa y lánguida, pero entiendo que el que va a ver este film no esperará ver una obra de acción trepidante, querrá asistir a una exposición evangélica que les haga revivir estos relatos, y esto lo hace Stevens con creces, lo hace influenciado visualmente en obras renacentistas, lo hace bajo la esmerada cinematografía, rodando en grandiosos parques estadounidenses en la Hora Mágica para dar mayor proyección espiritual a las imágenes, adornadas bellamente por la música de Alfred Newman. Esta fue la película que inspiró a Telly Savalas a afeitarse la cabeza; una mirada que mantuvo por el resto de su carrera convirtiéndose en su marca registrada. El papel del rey Herodes sería la última aparición en pantalla de uno de los mejores actores de Hollywood, Claude Rains. Curioso es que se altera la bíblica muerte de Judas Iscariote.

El realizador ha volcado en la historia todo un gran sentido épico, rodeando de belleza y suntuosidad a los personajes, bien sea en los grandiosos escenarios naturales de Utah (en el Lago Moab se filma el Sermón del Monte; Lake Powell, Canyonlands, Ken's Lake y Dead Horse Point), Arizona (Crazy Canyon; Glen Canyon), California (el Valle de la Muerte fue el escenario del viaje de 40 días de Jesús en el desierto), y Nevada (El Lago Pyramid representó el Mar de Galilea), insuflando en estos parajes de una belleza perturbadora, con sus cañones, montañas sinuosas, lagos, ríos, todo un aire meditabundo con la Creación de Dios al fondo, o en los grandiosos decorados creados para la ocasión (en Culver City-California), sugiriendo la mano del Hombre, con salones enormes, estatuas paganas, plazas, callejuelas, gracias esto a la fenomenal dirección artística de William J. Creber (“El planeta de los simios”), Richard Day (“Tora, Tora, Tora!”), y David S. Hall (“My fair lady”). Se construyeron 47 decorados, en el lugar y en estudios de Hollywood (Metro-Goldwyn-Mayer Studios en los que fue la crucifixión de Jesús; Desilu Studios), para adaptarse a la visión de Stevens. Todo esto filtrado por la sensacional cinematografía en Ultra Panavisión 70 de William C. Mellor (murió repentinamente el 30 de abril de 1963de un ataque al corazón mientras filmaba), le sustituyó Loyal Griggs (“Los Diez Mandamientos”), y dotando de un potencial ampuloso a las secuencias, desde lo micro como la manita del bebé Jesús, hasta los elegiacos fondos de los Grandes Cañones, componiendo estampas tan hermosas como la llegada de los Reyes Magos a Belén, bebiendo de fuentes pictóricas para componer cuadros como el de la Ultima Cena, cual recreación artificiosa (no es creíble una cena de 12+1 que todos se coloque en un solo lado de la mesa) de la Última Cena de Da Vinci, influenciada labor notoriamente de la iconografía sacra milenaria, rodando mucho en exteriores a la Hora Mágica para inyectar sabiamente un aire místico al enfoque, como esa reunión de Jesús y sus discípulos a orillas del Jordán (Glen Canyon-Utah) para recitar el Padre Nuestro, enmarcados entre fabulosas montañas talladas por miles de años, como muy expresionista resulta la escena en que Herodes va a visitar a medio-oscuras a Juan Bautista enjaulado, como bellísimo resulta la entrada visual en el Gólgota desde la visión de la puerta de Jerusalén con el monte al fondo; Todo esto adornado por la epidérmica música de Alfred Newman (“El Rey y yo”), donde destacan el enervador “Hallelujah Chorus” de George Frideric Handel (suena en las dos resurrecciones, en la de Lázaro y después en la del clímax de Jesús), el Requiem de Giuseppe Verdi, y el “Adagio for Strings” (suena en la Intermission) de Samuel Barber.

La cinta aborda con gran nivel didáctico el conflicto político en Palestina, la tensión latente entre el poder Imperial de Roma, reflejado en Pilatos (Telly Savallas) y el de los ocupados palestinos que tienen el paraguas transalpino, reflejado en el poder político del Rey Herodes (Jose Ferrer), y el poder religioso reflejado en el líder del sanedrín Caifas (Martin Landau), donde el enemigo es Jesús, el que parte del pueblo lo crea Rey (aunque Jesús diga que su Reino no es de este mundo), lo convierte en un peligro a exterminar, por lo que intentaran acabar con él. Es interesante como se da gran importancia al personaje del profeta Juan Bautista como espoleta posible para una temida revolución contra Roma, y sintiendo que Jesús era solo otro más de los revolucionarios que podían provocar una revuelta y poner en riesgo el status quo.

Stevens tiene gran sentido alegórico-visual en muchos momentos, ejemplo es como se representan los 40 días en el desierto de Jesús, tras ser bautizado hay una dura escalada del Mesías por una rocosa montaña,... (sigue en spoiler)
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14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
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