Turbión (1938)

Película policial argentina. Para quienes piensen que el consumo -y represión- de la cocaína es una novedad finisecular, deberían saber que el meridiano temático de este film rodado en blanco y negro es, justamente la búsqueda de castigo a una banda que se dedica a la venta de estos estupefacientes -chocolate, en el cómico argot de aquellos años-. Ya en el preludio, uno de los miembros del grupo habla de la "injusticia de la vida", por la persecución de quienes distribuyen el producto y que privan a la clase aristocrática de ese venerado elemento distractivo. La policía sigue de cerca sus pasos, y los bandidos no tienen mejor idea que esconder una espesa cantidad en el supuesto coche fúnebre de la abuelita de no de ellos que desembarca en el puerto. Muchas de las escenas se ligan con este episodio, a más de varios otros que no comentaré para no develar el guión. Tiene la compacta actuación protagónica de un conocido actor de aquellos años, Francisco Petrone, y en general está bien acompañado. Hay buenas escenas de acción y si bien no puede decirse que es totalmente homogénea en su curso, en conjunto se la puede ver aceptablemente. Algo más de 6.