Muerte a medias (1951)

Will Isham ambicioso dueño del mayor rancho de la comarca acaba de casarse con la guapa Laura Bidwell. A pesar de todas sus pertenencias, Isham quiere hacerse con los ranchos contiguos al suyo. Pero no lo tendrá fácil pues uno de ellos es propiedad de Owen Merrit, antiguo novio de Laura.
Buena película de Andre De Toth. Notable su fotografía, excelente uso del color y de los espacios abiertos. Acertado acompañamiento musical en el que sobresale la melancólica y envolvente "man in the saddle" muy bien interpretada por un campechano vaquero. El guión no es original pero le basta a De Toth para imprimir un buen ritmo a la película. Scott mantiene el tipo (ya es algo), Ellen Drew está excelente y, el fallo de la película, son los 'malos' todos patéticos a excepción de John Russell.
En definitiva, se pasa un buen rato viendo esta cinta y envidiamos a esos nobles vaqueros que se adormecen frente a la hoguera con los lentos acordes de "man in the saddle".

Man in the saddle (o Lucha a muerte en su versión traducida) es una obra que se incardina dentro de la serie B pero que supera sus limitaciones presupuestarias mediante un básico, pero efectivo y coherente guión, una dirección enérgica que sostiene el ritmo con precisión y que utiliza dramáticamente los escenarios de manera soberbia (memorables escenas de las cascada, la carroza en llamas y la escena final) , una fotografía excelente (plasmación de los escenarios y de la naturaleza) y el protagonismo lacónico pero creíble de Randolph Scott antes de su ciclo con Boetticher.
En su conjunto se trata de un filme compacto que sobresale respecto a sus semejantes debido a la solidez de todos sus elementos. Constituyendo, a mi juicio, uno de los mayores logros del western de serie B.